Foto: Gustavo Cuba Batista
Entrevista con Pierre Bell-Lloch, alcalde de Vitry-sur-Seine
Por Bárbara Doval
París 2024 es una gran fiesta popular. Para Pierre Bell-Lloch, los Juegos Olímpicos son la oportunidad de que los pueblos se mezclen en competiciones sanas, alejadas de las bombas. Mucho tiempo atrás, a Vitry-sur-Seine llegó su abuelo comunista, y allí fue protegido de la persecución policial. Hoy como alcalde de esa comuna francesa, a sus 46 años y con una herencia de resistencia, defiende una comunidad de paz. La población que representa es obrera. En esa ciudad confluyen unas 85 nacionalidades para la cual se defienden prioridades, como la educación, la salud, la cultura y el deporte, porque se traducen en bienestar.
La comunidad, con unos 100 mil habitantes, prepara la construcción del metro, 8 mil alojamientos, y como consecuencia, unos 20 mil empleos.
“Muchas obras, pero con la llegada del metro, se incrementa el precio de los alojamientos a su alrededor y los obreros provenientes de tantos países están en riesgo de quedar sin poder pagarse la vivienda o no legalizar su vida en la ciudad, por eso, para protegerles se necesitará un trabajo intenso”.
Pierre Bell-Lloch, alcalde de Vitry-sur-Seine. / Foto: Gustavo Cuba Batista
Argelinos, malienses, españoles, haitianos, sarahuies y cubanos conviven en esa ciudad que ostenta un siglo de alcaldías comunistas. Pierre, como compromiso de vida, considera esencial la ayuda a los pueblos que se defienden del nuevo orden mundial. Su ciudad está con Palestina, el Sahara, con Cuba, con los países que luchan por su autonomía.
A propósito del entrenamiento para los Juegos Olímpicos, deportistas de Cuba pudieron interactuar con los ciudadanos de Vitry -sur-Seine, y eso, no sólo trajo alegrías en esos días, sino también ayuda para que cuando esos pueblos amigos tengan un dolor, también lo sintamos nuestro – refiere Pierre.
Biblioteca Municipal Nelson Mandela. / Foto: Gustavo Cuba Batista
Un Centro de Salud como pequeño hospital con modernas tecnologías y la Biblioteca Municipal Nelson Mandela, donde convergen proyectos para todas las edades, pinturas murales en los diferentes barrios donde se incluye el arte cubano y el festival de cine están entre las bondades de la vida en Vitry-sur-Seine que ha sostenido vínculos con la mayor de las Antillas.
Pierre, aprendió a hablar español en Cuba.
“Las personas en Cuba, tienen una percepción del mundo y una cultura muy interesante para nosotros. Hoy en el mundo se habla de los Juegos Olímpicos, pero no se habla de Palestina, en Cuba sí. Cuba es motor de la solidaridad. Cuba es justicia y la justicia es camino de paz».
Foto: Gustavo Cuba Batista
El archipiélago cubano tiene un sitio particular, porque vive un combate político permanente contra la injusticia que impone los Estados Unidos. Sin embargo, tienen una alternativa de vida, de ver el mundo. Está la fiesta, la cultura, la salsa que es maravillosa, pero cuando los franceses van a Cuba les impresiona su fraternidad única en el mundo.