Por: César Gómez Chacón
A pocas horas de hacer sus maletas de regreso a La Habana, la campeona cubana de bádminton, Taymara Oropesa Pupo, ofrece una entrevista exclusiva a Cubavisión Internacional.
Medalla de plata en los Juegos Centroamericanos de San Salvador 2023 y bronce en los Panamericanos de ese mismo año en Santiago de Chile, la número uno del ranking cubano cuenta sobre su carrera deportiva, su amor al bádminton y el sueño de estar en la próxima Olimpiada de París 2024.
El encuentro transcurre en la embajada de Cuba en Bakú, Azerbaiyán, bella ciudad a orillas del Mar Caspio, donde la joven holguinera dividió honores en uno de los torneos internacionales de cara a la clasificacion olímpica.
La conversación se mueve entre su trayectoria como atleta y los secretos de una disciplina con caracteristicas muy peculiares.
«Mi carrera comenzó en Holguín, con 8 años y en el tenis de campo, pero una lesión en la piel provocada por el sol me sacó de los entrenamientos. Mi mamá me llevó entonces por primera vez a una cancha de bádminton, y fue como encontrar el amor a primera vista.»
«Así que comencé a jugarlo a los 14 años, un poco tarde, pero comencé a ganar todas las competencias y me converti en campeona de Cuba. A los 16 ya integré la selección nacional y a los 18 obtuve mi primera medalla de oro internacional en los Juegos Centroamericanos de Veracruz 2014.»
«Pero en el 2019, después de los Juegos Panamericanos de Lima, decidí retirarme del equipo nacional.»
Taymara habla con voz muy bajita y esboza una linda sonrisa mientra atrapa recuerdos e hilvana reflexiones.
«Me reincorporé al equipo en el año 2023, que se convirtió en el mejor de mi carrera. Al regresar a la selección me encontré con un nuevo grupo de dirigentes, tanto el comisionado, siempre muy atento y con la mejor disposición de ayudar, como los entrenadores, muy preparados, que también me apoyan en todo y tenemos excelentes relaciones.»
La única badmintonista cubana que ha subido a un podio panamericano salta ahora de sus recuerdos y remata con algunas especificidades de esta interesante disciplina.
«Está considerado el deporte con pelota más rápido del mundo. Como se sabe, no es propiamente una pelota sino un volante que está formado por un corcho y 16 plumas del ala derecha de la oca, y que en el juego puede alcanzar hasta 470 kilómetros por hora.»
«A primera vista parece un deporte fácil, pero es muy complicado y requiere de mucha resistencia, fuerza, velocidad y concentración al mismo tiempo.»
«Los implementos del bádminton son bastante caros, las raquetas están hechas de fibra de carbono y cuestan alrededor de 100 dólares cada una, y los tubos de 12 volantes están alrededor de los 20 euros.»
«Todo eso -aclara- nos lo da el INDER (Instituto Nacional de Deporte y Recreación), pero a veces escasean. Cada vez que se rompe una pluma, por ejemplo, ya el volante no sirve, pero nosotras buscamos variantes para salvar lo que tenemos.»
«Estar en el equipo nacional implica un gran sacrificio, ya que uno se mantiene mucho tiempo alejado de la familia. Solo puedes ir en las vacaciones y durante el pase de fin de año. Pero es un sacrificio que siempre vale la pena recordar cuando se está compitiendo.»
Taymara aparece hoy en el puesto 164 del ranking mundial y séptima en el americano, por lo cual, si acumula los puntos necesarios en los próximos compromisos, tiene posibilidades reales de estar en la cita parisina. Es un reto que no minimiza ni elude.
«La idea de poder participar en los Juegos Olímpicos la he tenido desde muy pequeña, siempre que veía el televisor y veía las olimpiadas y cómo los deportistas ganaban sus medallas, pues yo también quería estar ahí.»
«Pero en el bádminton es bastante difícil clasificar para una olimpiada. Están los asiáticos, los más fuertes en el mundo, parece que nacen jugando bádminton; la India también, allí fue donde se creó este deporte; y está nuestro continente.»
De nuevo su memoria lanza el volante hacia atrás:
«Obtener la medalla de bronce en los Panamericanos del 2023 me dio muchísima alegría, fue una sorpresa muy grata para todos. Estados Unidos, Canadá y Brasil tienen atletas entre las 20 primeras del mundo. O sea, era un evento muy fuerte, pero me mantuve concentrada siempre, nunca pensé en la medalla, sino en jugar bien cada partido y luchar hasta el final.»
«Y cuando obtuve ese bronce todos estábamos muy contentos, mi familia, todo el bádminton de Cuba y claro que yo, porque ninguna cubana antes había ganado una medalla panamericana.»
«Alcanzar una olímpica es ya un poco más complicado, pero claro, en los sueños nada es imposible».
Finalmente, la joven de 28 años, licenciada en cultura física, pone la raqueta a un lado, se toma unos segundos, y reflexiona:
«Competir en nombre de Cuba es para mí un gran honor. De hecho, este año 2023, en las dos ocasiones cuando obtuve medallas en juegos multidisciplinarios, yo llevaba mi bandera pintada en las uñas, y creo que eso me dio suerte para poder llegar a ambos podios.»
«Escuchar el himno nacional en una competencia importante que has ganado significa mucho, y yo he tenido esa satisfacción porque he sido campeona centroamericana dos veces y la verdad es una sensación muy linda.»
«El bádminton es mi pasión, me encanta jugarlo. Y espero que este año sea el del sueño deseado y cumplido, en una ciudad tan hermosa como París.»