Por: Carlos Manuel Gallardo
Este 5 de marzo se conmemora el duodécimo aniversario de la partida fìsica del líder de la Revolución Bolivariana Hugo Rafael Chávez Frías, considerado el mejor amigo de Cuba.
Un homenaje al comandante venezolano tuvo lugar en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP); actividad que contó con la presencia del embajador de Venezuela en Cuba, Orlando Maneiro Gaspar y Noemi Rabaza Fernández, vicepresidenta primera del ICAP, así como miembros del cuerpo diplomático acreditado en el país.
Durante el encuentro quedó patentizado que Hugo Rafael Chávez Frías es más que un simple nombre para los cubanos, es la imagen del amigo entrañable de Fidel, la estirpe de hombre de bien, que nunca claudicó ante presiones imperiales, el revolucionario cabal que se fundió para siempre en el alma de su pueblo y en el de la América toda.
Chávez asumió las riendas de una Venezuela unida, en su agenda política la colaboración entre los pueblos del mundo jugó un rol protagónico, y su modelo de gobernanza defendía un nuevo orden mundial basado en la igualdad y la autodeterminación de las naciones y trazó el rumbo hacia una América de paz cuyo eje de desarrollo apuntaba al sur y no al norte.
Hoy Cuba celebra la eternidad de un hermano, la impoluta imagen de la entrega, la sensibilidad y sencillez de un amante del deporte y la música. La grandeza de un líder que arrebató la eternidad a golpe de ejemplo y esperanza.
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