Foto: International Chess Federation
Por: Carlos Durán de la Cruz
La cuarta jornada de la Olimpiada de Ajedrez vivió el regreso de Cuba a los triunfos en los dos concursos sobre Costa Rica y Moldavia, en ambos casos 2,5 por 1,5 puntos.
Los hombres (35 del escalafón) dieron mejores golpes con par de victorias sobre los ticos (76), gracias a Carlos Daniel Albornoz (2 579 ) que dominó a Sergio Durán (2 308) con piezas negras, y Omar Almeida (2 492) quien certificó con alta nota el triunfo al derrotar a David Cabezas (2 248) en una extensa porfía durante 68 jugadas.
En el tercer tablero Elier Miranda (2 512) dividió con Emmanuel Jiménez (2 352). Mientras, Dylan Berdayes (2 474) mostró nuevamente el lado débil del elenco, sobre todo en un segundo tablero que le queda grande, y ahora, tal vez por presión propia que le llevan a imprecisiones, cayó frente a Leonardo Valdés (2 347) un rival de menor nivel en el ranking internacional.
Las mujeres (29) se impusieron a las moldavas (61) con protagonismo de Maritza Arribas. . La más experimentada del equipo llegó a 2,5 puntos de 3 posibles, siendo la más sólida en los tableros dentro del grupo. En la segunda mesa de acciones Arribas (2 143) dominó a Valentina Verbin (2 071).
Foto: Chessbase
El resto de los enfrentamientos culminó en pactos de división. Oleiny Linares (2 201) con negras frente a Elena Partac (2 078), Yerisbel Miranda (2 294) con piezas blancas ante Victoria Bargan (1 941), e Ineymig Hernández (2 160) se mantuvo invicta pero desaceleró su progresión de coeficiente al dividir el punto con Ana Petricenco (1 895).
No fue un éxito brillante para ninguno de los dos elencos, simplemente cumplieron, y sumaron dos unidades al escalafón de la Olimpiada, que es lo más importante.