La reconocida vedette estadounidense nacionalizada en Cuba, Rosalía Palet Bonavia, conocida mundialmente como Rosita Fornés, un ícono indiscutible de la escena artística de la mayor de las Antillas, es recordada por su inigualable talento y trayectoria en el teatro, cine, televisión y en la música. Con una carrera que abarcó más de siete décadas, llegó a ser una figura emblemática de las artes escénicas en el territorio insular y más allá de sus fronteras.
Fornés nació en Nueva York, Estados Unidos, el 11 de febrero de 1923. A temprana edad inició su carrera artística, destacándose por su versatilidad y carisma en el escenario. Su incursión en el teatro la llevó a interpretar una amplia gama de personajes, desde comedias musicales hasta dramas, ganándose el reconocimiento del público y la crítica especializada.
En el cine brilló con luz propia en películas como «Romance musical» (1941), del director cubano Ernesto Caparrós, y «Se permuta» (1984), dirigida por Juan Carlos Tabío, actuaciones que consolidó su reputación como una de las actrices más destacadas de la cinematografía cubana.
En televisión, participó en numerosas producciones que la llevaron a los hogares de miles de cubanos. Sin embargo, Rosita Fornés dejó una marca imborrable en la música, siendo reconocida por su voz privilegiada y su interpretación magistral de boleros y canciones populares.
Para el pueblo cubano, la «Vedette de Cuba» representa no solo un referente artístico inigualable, sino también un símbolo de pasión, entrega y dedicación a su arte.