Las medidas coercitivas unilaterales violan un amplio abanico de derechos humanos, independientemente de la naturaleza de sus objetivos, así afirmó el primer secretario de la misión de Cuba ante Naciones Unidas, Alejandro González Behmaras, durante su intervención en el diálogo interactivo virtual con la relatora especial de la ONU, Alena Douhan.
En el intercambio sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, el diplomático se refirió a los numerosos daños que causan esas medidas en Cuba.
Mi país ha sido sometido durante más de seis décadas a un férreo bloqueo económico, comercial y financiero por parte de Estados Unidos, esa política de hostilidad se recrudeció de forma deliberada y oportunista en el contexto de la pandemia, hasta niveles sin precedentes, dijo.
El cerco norteamericano es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de todo el pueblo cubano, viola la Carta de la ONU y el derecho internacional, indicó Behmaras.
Además, resulta el principal obstáculo al desarrollo de Cuba, dificulta la capacidad de responder a la Covid-19 e impide la compra de alimentos e insumos médicos, incluyendo para la producción de vacunas propias, así como la llegada al país de donaciones con fines humanitarios.