Las autoridades forestales de Cuba confirmaron el incremento de la cobertura boscosa del país durante el último año, con un índice de 31,66 por ciento, lo que se traduce en un aporte de más de 17 mil 420 hectáreas.
Expertos consideran un avance los números revelados aunque consideran la isla deberá realizar inversiones precisas que viabilicen los procesos del sector si se pretenden obtener resultados superiores a los actuales.
El crecimiento representa un 0,17 por ciento respecto a 2018, aseguró a la prensa el jefe del Departamento de Fomento, Manejo Forestal, Áreas Protegidas y Fauna Silvestre del Ministerio de Agricultura, Antonio Guzmán Torres, quién precisó además que la incorporación de nuevas áreas de bosques naturales es la fuente principal de este aumento.
Sin embargo, aun cuando se evidencia un crecimiento del índice de boscosidad, en los últimos años el incremento ha sido menor, ya que el patrimonio forestal llega a su cifra potencial y por tanto los niveles de reforestación disminuyen, explicó el especialista.
Ello se debe a que las áreas disponibles para la siembra están infestadas de marabú y se requieren inversiones para recuperarlas, además, la disponibilidad de combustible para realizar estas acciones mecanizadas es insuficiente, resaltó.
Referente a los indicadores de los manejos forestales (reconstrucción de bosques y tratamientos silviculturales) en el año 2019 no se logró superar la media de los últimos diez años, refirió Guzmán Torres.
La reconstrucción se realiza a bosque degradados, y consiste en el saneamiento y extracción de árboles en mal estado, para enriquecer las zonas con especies de mayor valor, tanto económico como natural.
Por otra parte, los tratamientos silviculturales buscan mejorar la productividad, sobre todo para en el incremento de los volúmenes de madera, mediante limpiezas, extracción de especies invasoras, y disminución de la densidad.
Llevar a cabo las acciones necesarias para cumplir con estos indicadores se dificulta ya que depende de la ubicación y acceso a los bosques y de las condiciones del camino, que a veces limitan el acceso y la extracción, por lo que se precisa inversiones para el mejoramiento de la red caminera, explicó el directivo.
Para el año 2030 Cuba tiene como compromiso llegar a un 33 por ciento de índice de boscosidad, para responder de manera eficiente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y según comunicó Guzmán Torres se estima que con los ritmos actuales de comportamiento se logre este propósito.
Explicó que incluso es posible un incremento de las potencialidades, pues se están incorporando áreas de uso agropecuario al fondo de tierra forestal, por lo que la potencialidad se eleva a un 34,5 por ciento, lo que significa que aún hay que seguir con la reforestación.
Para cumplir con este objetivo se precisan inversiones, que durante muchos años han disminuido en el sector; no obstante, el Grupo Empresarial Agroforestal ha estado gestionando créditos internacionales y participa en proyectos de colaboración como el de Fondo Verde del Clima con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).