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Cuba–China: Un amistad que ha desafiado el tiempo, las distancias y las tormentas políticas (I)

A propósito del 65 aniversario de relaciones diplomáticas, el embajador de la República de Cuba ante la República Popular China, Alberto Blanco Silva, repasa la raíz histórica, los hitos políticos y la cooperación estratégica que sostienen uno de los vínculos más sólidos de la política exterior cubana.

Por: Valía Marquínez

Tras seis décadas y media de establecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y la República Popular China, el embajador cubano en Beijing, Alberto Blanco Silva, asegura que los vínculos bilaterales poseen una fortaleza excepcional sustentada en raíces históricas profundas, decisiones políticas trascendentales y una práctica sostenida de solidaridad y cooperación.

«Las relaciones entre Cuba y China no son coyunturales, no obedecen a conveniencias efímeras; tienen profundas raíces históricas”, asegura el diplomático, al recordar que “los primeros inmigrantes chinos arribaron a Cuba en 1847 después de una larga travesía”. Sus aportes fueron decisivos en “nuestra nacionalidad, nuestras costumbres, nuestras tradiciones” y especialmente en “nuestras guerras de independencia, donde dejaron un legado invaluable.”

Cuba, subraya Blanco Silva, “posiblemente sea el único país en el mundo que tiene un monumento erigido a la memoria de los chinos que participaron en una guerra de independencia” con una inscripción que, a su juicio, resume su carácter: “No hubo un chino cubano traidor, no hubo un chino cubano desertor.” Esta impronta, afirma, consolidó que “China, la cultura china, sea un componente esencial de nuestra nacionalidad.”

1960: el año en que Cuba tomó una decisión histórica

El embajador destaca que el establecimiento de relaciones diplomáticas en 1960 constituye un acto fundacional que definió para siempre los vínculos entre ambas naciones. Rememora “el atardecer del 2 de septiembre de 1960, cuando Fidel, ante más de un millón de personas, consultó al pueblo y planteó la decisión soberana de establecer relaciones con la República Popular China… Más de un millón de cubanos votó a favor.”

Aquella decisión abrió una etapa inédita: “La dirigencia histórica ha sido forjadora de esta especial relación, encabezada por nuestro líder histórico Fidel Castro Ruz, quien hizo un aporte invaluable.” Desde entonces, expresa Blanco Silva, “la voluntad política y la voluntad popular se imbricaron definitivamente”, respaldada por los actuales dirigentes, que “han concedido una alta prioridad a las relaciones bilaterales en todas las esferas.”

El diplomático sostiene que la admiración mutua consolidó un vínculo único: “Cuando se tiene voluntad y confianza política, madurez y aprecio entre ambos pueblos, esa relación sin duda es indestructible.”

Solidaridad recíproca: 65 años de apoyo en los momentos más complejos

Blanco Silva repasa hitos que, en su criterio, demuestran la solidez del vínculo. “Desde hace 39 años mi vida profesional ha estado entrelazada con la única e indivisible China.”

Recuerda que “108 estudiantes chinos arribaron a Cuba en 1964 para formarse en idioma español” y que ese intercambio inicial generó una generación de profesionales con un profundo vínculo emocional hacia la Isla.

También menciona aportes del Gigante Asiático a Cuba, como “la campaña de alfabetización asociada al farol chino, los lápices y libretas”, o el gesto de “proteger la sede diplomática y correr la misma suerte del pueblo cubano” durante Playa Girón.

Cuba, por su parte, ha dado muestras reiteradas de solidaridad: “Cuando el terremoto de Sichuan… una de las primeras brigadas médicas que arribaron fue la brigada cubana.” Durante la pandemia, recuerda, “nuestro presidente Díaz-Canel se personó en la embajada china” para expresar apoyo, mientras “China hizo importantes donativos para el enfrentamiento a la COVID en nuestro país.”

A su juicio, estas experiencias confirman que “las relaciones Cuba–China han sobrepasado la prueba del tiempo, la prueba de la distancia geográfica… durante 65 años.” Para ilustrarlo, cita un poema de la dinastía Tang: “La amistad borra la distancia.”

La cooperación actual: cinco sectores estratégicos que definen el futuro bilateral

El diplomático identifica cinco áreas clave donde los acuerdos recientes muestran avances concretos:

1.    Agroalimentario. “Expertos chinos en Cuba, parques demostrativos y acuerdos de intercambio interpartidista”, todos alineados con consensos al más alto nivel.

2.    Energía y transición energética. “Más de 50 parques solares fotovoltaicos estarán instalados al cierre del año, con más de 1.100 MW en capacidad de generación, de los cuales más de 700 MW ya están sincronizados.”

3.    Informatización y ciberseguridad. “Se ha consolidado la relación en esta área, asociada a la construcción conjunta de una comunidad de futuro compartido bilateral.”

4.    Biotecnología. “Cuba ha hecho 11 transferencias tecnológicas… hemos incursionado en productos novedosos para el tratamiento de diferentes tipos de cáncer… tenemos empresas mixtas, centros y laboratorios conjuntos.”

5.    Turismo y cultura. Con la reanudación de los vuelos directos de Air China a La Habana, “se ha incrementado el arribo de turistas chinos y se ha estrechado el intercambio cultural.”

El embajador recalca que esta cooperación “se sustenta en la voluntad política, la relación estrecha entre ambos pueblos y las relaciones interpartidistas, que son la piedra angular de estos vínculos.”

Asegura que China constituye un referente para el socialismo contemporáneo: “Demuestra que es posible, en las condiciones de un país socialista dirigido por un Partido Comunista, preservar la soberanía, la independencia, la dignidad, concentrarse en el bienestar del pueblo y alcanzar un desarrollo sostenible, integral y de alta calidad.”

La Franja y la Ruta: conectividad y oportunidades compartidas

Al abordar esta iniciativa, el embajador recuerda que “surgió en 2013, anunciada por el presidente Xi Jinping”, anticipando tendencias antiglobalización.

Cuba no solo firmó el memorándum de entendimiento: “Tiene un plan de acción conjunta y un grupo de trabajo conjunto” que permite “identificar proyectos priorizados sobre la base del beneficio mutuo y proyectos viables”

“La constitución de laboratorios conjuntos, fondos destinados a sectores estratégicos, la reanudación del vuelo directo, que tributa a la conectividad aérea, y la presencia de médicos cubanos en regiones de la geografía china.”

En el ámbito biotecnológico, subraya el papel de “las empresas mixtas y los laboratorios articulados a partir de esta iniciativa, que empezarán a rendir frutos en beneficio de ambos países.”

Para el embajador, la cooperación entre ambos países seguirá profundizándose. “Nosotros deseamos crear un buen ambiente de inversión en Cuba para atraer más inversiones chinas” También recalca que “el turismo tiene un efecto multiplicador que ayuda a amplificar la relación.”

Concluye reafirmando el carácter estratégico del vínculo: “Sentimos, uno y otro país, los logros y retos respectivos como nuestros propios logros y retos, y eso afianza una relación indestructible.”

 

//llhm

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