La sociedad del conocimiento actual se caracteriza por el predominio de las llamadas tecnologías convergentes y Cuba apuesta al desarrollo de una de ellas: la nanociencia y las nanotecnologías.
El pasado 24 de diciembre de 2019, la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez Montoya, presentó, por primera vez, en el Consejo de Ministros el papel de la nanociencia y las nanotecnologías en el desarrollo económico y social del país. Explicó que contamos con un programa nacional sobre el tema y se elabora la estrategia nacional hasta 2030.
Para desarrollar este programa y la estrategia, hoy contamos con recursos humanos preparados en diferentes universidades, entidades de ciencia, tecnología e innovación, BioCubaFarma y empresas del país, así como con capacidad técnica instalada en el Centro de Estudios Avanzados de Cuba (CEA), perteneciente al Citma.
¿Qué se entiende por Nanociencia y Nanotecnologías?
La primera imagen que surge en la mente de quienes no están muy familiarizados con el asunto es la que proviene del origen etimológico del término nano, del vocablo griego nanos, que es enano. Pero decir pequeño o diminuto no conlleva un significado exacto del término, a menos que se establezca un patrón de referencia.
En la escala en que solemos vivir, aquella en que nos movemos la mayor parte del tiempo, el metro ha resultado ser la medida más adecuada de longitud. Tomemos, pues, el metro como referencia antes de ingresar de lleno a la nanoescala. Empecemos por dividir el metro en mil partes: por supuesto que nos estamos refiriendo al milímetro (mm). Un mm es la milésima parte del metro.
Imagine ahora que se divide nuevamente el mm en mil partes: cada una de esas partes corresponde a una millonésima, lo que se denomina micrómetro o micra (1 µm = 10-6 m). En esa escala encontramos a las bacterias, que constituyen el grupo principal de los microbios, de ahí el nombre de micrómetro.
La milmillonésima del metro es el nanómetro: 1 nm = 10-9 m
Sigamos dividiendo una micra en mil partes más y se obtiene el nanómetro (nm). En síntesis, la milésima de la milésima de la milésima del metro, o sea, la milmillonésima del metro es el nanómetro: 1 nm = 10-9 m. En esa escala se encuentra el protagonista invisible de nuestra historia.
A partir de lo anterior, podemos entender la definición de nanociencia como el estudio de los fenómenos y la manipulación de los materiales a escala atómica, molecular o macromolecular, donde las propiedades difieren significativamente de aquellas que se observan a gran escala.
Por su parte, la nanotecnología consiste en el diseño, caracterización, producción y aplicación de estructuras, dispositivos y sistemas, por medio del control de sus formas y dimensiones a escala nanométrica, es decir, es la aplicación del conocimiento generado en la nanociencia.
La nanotecnología es la gran revolución tecnológica del siglo XXI
La nanotecnología hoy incide en casi todos los aspectos de nuestras vidas, por eso se le reconoce como la gran revolución tecnológica del siglo XXI.
Casi todos los aparatos electrónicos usan la nanotecnología, desde los pequeños reproductores de archivos mp3, donde se guarda la música, hasta los gigantescos televisores de más de 60 pulgadas.
En el sector de los textiles se han logrado tejidos que no se manchan, no se mojan o no se arrugan. En la medicina se aprovecha el tamaño de las nanoestructuras para transportar medicinas que van dirigidas directamente a las estructuras receptoras, reduciendo así los efectos secundarios. Se ha avanzado también en el uso de nanopartículas para quemar tumores cancerígenos.
Pudiéramos mencionar muchos otros campos como el energético, el medio- ambiente, la construcción, la ingeniería, la química y la cosmética, donde cada vez más se introducen nuevas aplicaciones de la nanociencia.
Estado actual y proyecciónen Cuba
La visión estratégica del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, concibió la introducción de la nanociencia y las nanotecnologías como un componente significativo en el futuro desarrollo económico y social del país. Para ello, aprobó en 2006 la creación del Centro de Estudios Avanzados de Cuba, como una plataforma nacional tecnológica colaborativa para la introducción y expansión acelerada de estas tecnologías en todas las ramas de la economía.
Una vez concluida e inaugurada, en julio de 2019, la primera fase constructiva de este Centro, el país dispone de un mayor soporte tecnológico y de recursos humanos para investigaciones y servicios científico-técnicos relacionados con esta temática. Igualmente, está en condiciones de realizar la producción a pequeña escala de nanopartículas y su funcionalización; así como realizar la caracterización de materiales a escala nanométrica.
Pero no comenzamos de cero. Ya existen algunos resultados, entre los que se destacan: la obtención de nanopartículas magnéticas con péptidos para la terapia del cáncer y la nanoformulación del Heberprot-P, la cual permite aumentar la eficacia, disminución de toxicidad y mayor permanencia en sangre del producto. También se ha logrado un material compuesto multifuncional para la separación magnética del adn –de interés forense– y la técnica de remoción de hidrocarburos, empleando matrices orgánicas absorbentes funcionalizadas con nanopartículas de magnetita.
Programa nacional de nanociencia y nanotecnologías
Todo lo anterior facilita el desarrollo del programa nacional de nanociencia y nanotecnologías, aprobado en 2018, el cual cuenta con 26 proyectos de i+d+i, y a su vez, permitirá dar respuesta a los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución sobre el tema.
En el programa se definen como líneas de trabajo priorizadas la Bionanomedicina, Agricultura, Agua, Energía, Medio Ambiente, Construcción, Nanoseguridad y Formación de Recursos Humanos. En el gráfico se resumen las características de los resultados a alcanzar por los 26 proyectos.
Se trabaja, además, en la elaboración de una estrategia nacional en nanociencia y nanoctecnologías hasta 2030, que deberá tener en cuenta las nuevas capacidades de las que se podrá disponer cuando concluyan las dos fases siguientes del proyecto CEA.
La Fase ii tiene como objetivo la producción de nanoestructuras y nanodispositivos y la Fase iii es un Parque Tecnológico, que permitirá el escalado de los nanoproductos desarrollados en el país.
Todo lo alcanzado y proyectado en este tema es muestra de la voluntad política del país para la utilización práctica de la ciencia y la innovación como motor impulsor del desarrollo económico y social de la nación.
Corresponde a los científicos, tecnólogos y empresarios relacionados con esta temática y sus aplicaciones, a través de una mayor integración y colaboración, contribuir a hacer realidad lo planteado por el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en su discurso durante el Segundo Periodo Ordinario de Sesiones de la ix Legislatura de la anpp: …«Necesitamos una actitud más proactiva, inteligente y concreta…. Queremos abrir caminos para que la investigación científica tenga espacio en cada proceso y aporte innovación…».