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Crónicas de un guajiro en Türkiye: Sorpresas

Por: Duanys Hernández Torres

Un nuevo país siempre le entraña sorpresas a los visitantes, pero las mías en muchos casos tienen que ver con la tecnología. Les cuento algo de lo que me ha pasado.

La habitación tiene la primicia. Ankara mantiene por estos días una temperatura cercana a los 15  grados. Sin embargo, al llegar a nuestra habitación el médico y yo sentíamos un calor horrible. No podíamos creer que nos hubiera tocado el aire roto y en Türkiye. Demasiada fatalidad. Luego supimos que las habitaciones contaban con sistema de calefacción. Novatadas.

Y para los amaneceres tenemos al mejor reloj despertador. Todas las mañanas sentimos como una especie de alarma o sirena, ante la que es imposible no reaccionar. Descubrimos que son los llamados a una mezquita cercana, varias veces en el día, y en los mismos horarios. Bendito inicio del día.

Y lo del baño turco no es un cuento de camino. En los de la instalación deportiva donde se celebra el mundial todo reboza en tecnología, desde las luces que se encienden al pasar hasta las llaves a la hora de abrirlas, pero los baños son turcos. O lo que es lo mismo, un hueco en el piso, para ejercitar el cuerpo y la puntería.

Lo que sí me dejó atónito fueron las cuatro veces que faltó el fluido eléctrico en la sede de juego el primer día de competencia. No podía creer que me persiguieran los apagones. A la velocidad de la luz retornaba, pero cuatro veces es mucho, en un mundial, y en Ankara. ¿Deja vu?

Y para finalizar la joya. El Congresillo Técnico del evento se realizó en el Hotel Crowne Plaza donde se hospeda la familia de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (WBSC, por sus siglas en inglés). De sobra está decirles las condiciones del hotel, porque allí están los pejes gordos.

Antes de irnos, Eros Bernal, jefe técnico del baseball5 en Cuba, nos enseñó cómo se abría la puerta del baño. Jamás nos hubiéramos dado cuenta. Un pequeño botón con una mano pintada en la parte derecha de la pared mostraba el camino. Había que pasar la palma de la mano (solo la palma) cerca del botón, y se hacía la luz, o mejor el baño. ¿Se imaginan que hubiera pasado si un cubano llega corriendo para hacer sus necesidades fisiológicas?

Türkiye no deja de sorprendernos aunque les confieso que me quedé loco con el baño turco. Pensé que la etimología (cosas de filólogos) no tenía que ver con el país. Trato de que no me venga el dolor de estómago en la sede de competencia. Se imaginan venir de La Habana a Ankara, en cuclillas y a buscar puntería. Prefiero la calefacción y la taza del hotel.

3 comentarios en “Crónicas de un guajiro en Türkiye: Sorpresas

  1. jajajajajajaja. coño, y yo que pensaba que el baño turco era algo bueno jajaja. PAL carajo. otra vez pa las letrinas de la escuela al campo jajaja. te considero. buena pincha. refrescante. éxitos.

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