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Conexión Moncada

Por: César Gómez Chacón.

Virginia García murió a los 92 años de edad en La Habana. La anciana de quijotesca figura, y probada estirpe mambisa, era la única en aquella numerosa familia que tenía alguna idea de las andanzas revolucionarias del menor de sus seis hijos.

En esos últimos días de julio de 1953, ella ponía y quitaba la camita de Raúl, segura de que él no vendría en toda la noche. “Lo único que te digo es que te cuides”, le exigía en la intimidad, cuando el joven trataba de restar importancia al peligro que corría.

En una de esas noches, llegó a la casa Cucho (Jesús Montané) y le dijo a Raúl: “ven, que Fidel te está esperando allá afuera”.

Muchos años después se supo para qué quería Fidel Castro Ruz a Raúl Gómez García aquella noche del 22 de julio de 1953. El poeta del Moncada, en su condición de periodista, escritor y pensador preclaro de aquel grupo de jóvenes que asaltarían la historia, recibió esa noche del jefe del movimiento, el encargo más trascendental de su vida: escribir, en nombre de la Generación del Centenario, el Manifiesto a la Nación, por la cual estaban dispuestos a ir al combate y ofrecer la vida.

Dos días más tarde, e 24 de julio al anochecer. Raúl llegó corriendo a la casa, en compañía de Boris Luis Santa Coloma.

¿Tú eres de la pandilla también?” -le zumbó Virginia de un tirón al joven, que sonreía turbado mientras su amigo se cambiaba de ropa.

Sí, por qué -respondió y preguntó Boris Luis.

No, por nada, para conocerte, -dijo Virginia con una sonrisita cómplice en el rostro.

Raúl salió al instante, y los dos muchachos marcharon tranquilos, como si nada estuviera pasando. Virginia los acompañó al portalito y los siguió con la mirada hasta que se fundieron con la oscuridad de la noche. Fue la última vez que vio a su hijo.

Virginia García Batista, en los días aciagos después del asalto, al serle confirmada la caída de Raúl, vilmente torturado y asesinado en las mazmorras del Moncada, se negó a que trasladaran a La Habana el cuerpo sin vida de su hijo. Años más tarde, en una entrevista a la periodista Marta Rojas, reafirmaría: “¡Él murió como quiso y allí está reposando donde él quería, y allí lo dejo! Él lo formó (dijo entonces mirando un cuadrito de Martí que era de Raúl) y murió como él”.

Virginia García nunca fue a Santiago a llorar junto al memorial que guarda los restos de su hijo menor. Nadie nunca vio llorando a esta otra Mariana de la patria.

Por el contrario, cada 25 de julio de su larga vida, en la casa familiar  se organizaba una fiesta donde ella bailaba, y degustaba alguna de las golosinas  que –año tras año– venían en aquella cesta, enviada con una postal escuetamente firmada por Fidel Castro, aquel que afirmó que sus compañeros no estaban ni olvidados ni muertos.

En muchas de aquellas ocasiones, casi invariablemente, allí estaba Melba Hernández, la heroína del Moncada, compañera y amiga cercana de Raúl, quien lo vio casi moribundo en las mazmorras del cuartel.

Fue Virginia quien acuñó la frase de que el 26 era el día más alegre de la historia, que su nieto Jorge Gómez convirtió luego en una de las canciones fundacionales del Grupo Moncada, aquel que tantas veces fue elogiado por la otra heroína de la gesta del 26, Haydée Santamaría Cuadrado.

 

En uno de los últimos encuentros de Jorge Gómez con Haydée, junto a la escalinata de la Casa de las Américas que ella dirigía, la patriota le confesó su pesar porque la mayoría de aquellos jóvenes atrozmente torturados y asesinados en el Moncada no habían tenido siquiera el tiempo para conocer los mayores deleites del amor carnal. Se refería, sin dudas, a su hermano Abel y a su novio Boris Luis Santa Coloma.

Pocos días después del aquel encuentro, en la tarde del 28 de julio de 1980, Haydée Santamaría Cuadrado, la Heroína del Moncada, de la Sierra y el Llano, la sobreviviente y testigo excepcional de cómo fueron despedazados vivos sus seres más queridos, se quitó la vida.

El joven abogado Fidel Castro, al ejercer su autodefensa en el juicio por los sucesos del Moncada, conocida después como “La Historia me Absolverá, afirmó: “Nunca fue puesto en un lugar tan alto de heroísmo y dignidad el nombre de la mujer cubana.”

Melba Hernández Rodríguez del Rey, Heroína de la República de Cuba, diplomática y Doctora Honoris Causa del Instituto Superior de Relaciones Internacionales, falleció en La Habana de causas naturales en la noche del domingo 9 de marzo de 2014.

Fidel Castro Ruz desandaría para siempre sus largos pasos por la vida en la tarde del 25 de noviembre de 2016, al fallecer a la edad de 90 años.

¡Ya estamos en combate!

En la noche de este 26 de julio de 2025 el Grupo Moncada hará un nuevo concierto, esta vez en la esquina de 12 y 23, en el Vedado habanero. Allí se escucharán las melodías de siempre y las otras nuevas que harán bailar a jóvenes de todas las edades en el “día más alegre de la historia”.

En el escenario, empuñando las tumbadoras y los teclados, respectivamente, actuarán Raúl Gómez Gutiérrez y Jorge Enrique Gómez Valladares, los hijos mayor y menor de Jorge Gómez Barranco, quien también estará allí, como siempre en los últimos 53 años, al frente de su Grupo-vida.

Quizás suba a la tarima y diga desde allá arriba alguna de esas cosas maravillosas que sólo él sabe hacer volar con su alma (bien heredada) de poeta e incansable revolucionario.

O quizás no lo haga. Pero nadie dude de que en su corazón de más de ocho décadas, Jorge Gómez volverá a recordar esta noche a su abuela Virginia, a su tío Raúl, a Melba, a Haydee, a Montané… Y por supuesto a Fidel.

¡Ya estamos en combate!

 

//kbm

 

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