Cn el lema: “Nuestras acciones son nuestro futuro. Mejor producción, mejor nutrición, mejor medio ambiente y una vida mejor», el Día Mundial de la Alimentación 2021 hace un llamado a la transformación de los sistemas agroalimentarios para que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles.
Celebrado por segunda ocasión mientras los países de todo el mundo se enfrentan a los efectos generalizados de la pandemia de COVID-19, la fecha llega justo un mes después de que sesionara la Cumbre de los Sistemas Alimentarios, cita convocada por el Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. António Guterres, en la que se adoptó un enfoque global para la transformación de los sistemas agroalimentarios, con el fin de luchar contra la pobreza y el hambre, reducir las desigualdades y preservar el medio ambiente.
Según el último informe sobre “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” (SOFI), el número de personas que pasan hambre ha crecido en los últimos cinco años, y ascendió a 811 millones en 2020.
La COVID-19 ha traído consigo grandes retrocesos en los avances para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2030, pues la obesidad y otras enfermedades no transmisibles se están convirtiendo en un problema creciente, mientras que unas tres mil millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable.
Estas alarmas movilizan al mundo, ante la urgencia de replantear la forma en que se producen, almacenan, distribuyen y consumen nuestros alimentos actualmente, y hacerlas más sostenibles, para que sean capaces de alimentar a 10 000 millones de personas en 2050.