En esta misma plataforma, la viceministra de Relaciones Exteriores Anayansi Rodríguez señaló el involucramiento directo del Gobierno de Estados Unidos en la orquestación de esta farsa contrarrevolucionaria.
‘Está en juego el derecho de Cuba a defenderse de la agresión extranjera, con independencia del disfraz que tome’, escribió.
Asimismo, enfatizó en que es ‘anticonstitucional, ilegítimo e inmoral adscribirse a un proyecto anexionista u obrar a favor de los intereses de una potencia extranjera poniendo en riesgo la estabilidad ciudadana.
El pasado martes los gobiernos de varias demarcaciones, como La Habana Vieja, Consolación del Sur (ambas en el occidente del país), Cienfuegos, Santa Clara, Nuevitas (centro), Holguín y Guantánamo (oriente) coincidieron en considerar a la convocatoria como una provocación de carácter ilegítimo y de doble moral.
En cartas publicadas en los portales web de esas instancias, remarcaron que ‘no se reconoce legitimidad en las razones para la marcha’, y reiteraron que organizadores de la iniciativa guardan relación con instituciones y agencias financiadas por Estados Unidos, con la intención manifiesta de modificar el sistema político del país.