
Por: César Gómez Chacón
Juzgar a Cuba por lo que se publica en las redes sociales es cuando menos injusto. Para nadie es un secreto la crítica situación que vive hoy el archipiélago caribeño, reconocido siempre como la llave del Golfo… ¡de México!
En primer lugar y dígase lo que se diga, la mayoría de las penurias tienen como causa principal la apretadera de tuercas del bloqueo norteamericano contra la isla, reconocido como el más prolongado genocidio de la historia. Goliat insistiendo en derrotar a David por hambre, enfermedades y desesperación.
Inaugurándose la segunda temporada de Donald Trump en la Casa Blanca, ya comienzan a sumarse desde allí nuevas sanciones contra Cuba, esta vez promovidas en directo (su viejo sueño) por el señor “Narco” Rubio, hoy al frente de la diplomacia yanqui.
Narco Rabioso debería –y no lo hace- centrarse más en lo que es prioridad para el pueblo y el gobierno norteamericanos, pero todo el mundo sabe que ha hecho carrera y muchísimo dinero en el lucrativo negocio de la mafia anticubana del sur de la Florida. Le va en la sangre imperial, por cierto NO es cubano, sino hijo de emigrantes que huyeron de la tiranía de Fulgencio Batista en 1956, y NO de la Revolución encabezada por Fidel Castro en 1959, como pretende manipular en uno de sus muchos engaños el actual Secretario de Estado made in USA.
La pandemia y la pérdida del mercado turístico, por años el primer renglón en la economía nacional, fue también un golpe demoledor para la economía cubana. Y esta isla de muy pocos recursos naturales sobrevive a golpe de coraje en un mundo que se suicida diariamente, de guerra en guerra y de crisis en crisis.
Nadie niega tampoco los vaivenes, a veces demasiado movedizos, a veces como medio congelados, de la política económica interna y de un gobierno que hace malabares cada día esperando la llegada a la isla bloqueada del próximo barco con combustible, con alimento, o con materia prima para producir cosas tan imprescindibles como las medicinas, una fortaleza de su excelente industria bio-farmacéutica.
Una artista grande, humilde y agradecida
Sin embargo en estas mismas redes sociales suceden cosas maravillosas, que publican las muchísimas personas buenas que viven, trabajan y luchan por, y en este país.
Una de ellas es la prolífera compositora, excelente directora coral y productora musical Beatriz Corona Rodríguez, uno de esos seres alados que todos los días (y durante muchos años) hacen cosas buenas, como diría José Martí: “sin llamar al universo para que lo vea a uno pasar”.
Por ello el rostro de Bety Corona es casi desconocido en esta isla. Nunca ha sido ni será una estrella mediática, porque prefiere brillar –sin pretenderlo- y lo logra, lejos de las cámaras de la televisión, desde la intimidad de los estudios de grabación, o de espaldas al público cuando dirige desde el atrio los múltiples conciertos en aquellas salas pequeñas y a oscuras, donde su música clásica, cubana y universal es aplaudida hasta el delirio por un público tan fiel como selecto. Su obra, como ella misma, es bella e inmensa. Difícil intentar describir lo que solo debe ser escuchado.
Esta mañana, Bea Corona sorprendió a sus muchos seguidores en Facebook con la publicación de un post que expresa tanto como los acordes salidos de su corazón agradecido. Es ella, la Maestra, quien nos dice con su habitual humildad alguna de esas verdades que los dueños de los grandes medios de comunicación hegemónicos nunca van a reconocer. Copio textual:
Vuelvo a servirme de la atención primaria de Salud. Una Bronquitis aguda me asalta (Camilo mi infante menor Médico ya me había diagnosticado; pero insistió en hacerme placa, pa por si, soy fumadora) voy, como cualquier ciudadano cubano al Policlínico que por cercanía me corresponde. Un Dr muy profesional, sumamente atento. Después de revisarme y preguntar dolencias, me indica una radiografía de tórax, de inmediato voy al departamento especializado y me realizan el examen, en segundos tenía en mis manos la imagen. Regreso al Dr para diagnóstico, me indica medicamentos, y me explica también modos caseros para enfrentar malestar, alternativas. Todos sabemos las limitaciones de recursos agravada por el inmoral Bloqueo. Me indica aerosol, antibiótico, antialérgico, por varios días. Las enfermeras diestras y amables. Fui atendida con el mayor rigor y con un humanismo que conmueve. Así son nuestros médicos, así nuestro sistema de salud, así nuestras conquistas a pesar de la escasez, así nuestro Sistema Socialista. Allí se estaban atendiendo personas de toda edad: ancianos, jóvenes, niños. Queda agradecer, y mucho. Viva Cuba!
Querida Bety: hoy inspiraste a muchos como en tus mejores conciertos y grabaciones. Como afirma Joan Manuel Serrat, en una de esas canciones que amas: son aquellas pequeñas cosas. ¡Gracias y pronta recuperación!
Esas «pequeñas cosas» a las que tenemos acceso gratis todos los ciudadanos son las que nuestros enemigos quieren destruir.Gracias por esa bella anécdota.