Por: Mariley García Quintana
Aunque en determinadas ocasiones pase un tanto desapercibida, al formar parte de una campaña militar aun mayor (la invasión de Oriente a Occidente), lo cierto es que la Batalla de Mal Tiempo, el 15 de diciembre de 1895, hace hoy 126 años, marcó una pauta importante para el Ejército Libertador cubano frente a las huestes colonialistas de la metrópoli española.
En ese sentido, la destacada historiadora Norma Normand Cabrera, explicó en una ocasión que este combate de cerca de tres horas de duración, ocurrido en las inmediaciones del actual municipio cienfueguero de Cruces, marcó el fin de la primera etapa de la Invasión e inauguró una nueva estrategia y táctica por parte de los independentistas.
Mal Tiempo, dirigida por el Generalísimo Máximo Gómez y el Lugarteniente General Antonio Maceo, ambos acompañados por el Coronel Juan Bruno Zayas y el Mayor General Serafín Sánchez, logró derrocar y minar la moral de un ejército español de entre 8 mil y 10 mil soldados, encargados de proteger una zona convertida en un emporio azucarero de importancia estratégica para todo el país. Igualmente, dicho combate significó el puntillazo final para el Capitán General Arsenio Martínez Campos, quien después de una serie de fracasos estratégicos frente a las fuerzas mambisas, depuso así su mando, a menos de un año de iniciado.
Al decir del Comandante en Jefe, Fidel Castro, en su discurso del 26 de julio de 1984, “las fuerzas invasoras de Maceo y Gómez (…) con participación de los cienfuegueros, libraron una de las más brillantes y famosas batallas de nuestro Ejército Libertador”