Por: María Fernanda Terry Pérez
En el mundo del deporte, donde cada segundo cuenta y cada movimiento puede ser el más crucial, Tito no se conforma con lo evidente, prefiere explorar perspectivas únicas. La atención al detalle y su habilidad para capturar instantes decisivos son elementos que definen su trabajo en un campo tan competitivo como la fotografía.
Desde su ingreso a la Agencia Prensa Latina en 2004, José “Tito” Meriño ha demostrado que su labor no solamente es un arte, sino una forma de contar historias que trascienden en el tiempo.
La cubana Yarisley Silva, ganó la medalla e Oro en salto con pértiga, durante los Juegos Centroamericano y del Caribe, Barranquilla 2018, Colombia. / Foto: José Tito Meriño
“Yo me hice fotógrafo de casualidad. Cuando iba a cumplir misión durante el servicio militar conocí a Tomás Barceló, fotógrafo profesional, y nos hicimos amigos. Comenzaron entonces a ofrecer cursos de artillería, diseño…y yo escogí el de fotografía. Así fue como empezó todo”.
Desde entonces, su carrera ha sido un viaje constante de desafíos, destacándose especialmente en el ámbito deportivo, por el cual fue reconocido con múltiples premios en varias ocasiones, incluyendo el Premio Nacional de Periodismo Deportivo.
Jugada / Foto: José Tito Meriño
“Mi mayor reto siempre ha sido dedicarme a la fotografía deportiva. He realizado coberturas en los Juegos Centroamericanos, Panamericanos y a nivel nacional y he sido jurado en varios concursos de ese tipo. Esto me ha dado mucha alegría y satisfacción porque siempre quise ser un fotógrafo de alto nivel en este perfil”.
La habilidad de Tito para anticipar el momento decisivo convierte cada imagen en una narración visual que atrapa la esencia y la emoción del instante. “Yo tengo un estilo bastante peculiar. Siempre busco un ángulo donde no se ubique casi ningún fotógrafo para darle a la fotografía una perspectiva diferente a como la pueda ver cualquier persona. Trato de buscar una altura o un lugar bajo. Exploto los primeros planos, el momento clímax que es fundamental para mí”.
Reportaje en el salón de operaciones del Instituto cubano de oftalmologia Ramon Pando Ferrer (Liga contra la Ceguera) La Habana. Misión Milagro / Foto: José Tito Meriño
Hoy, con la firme intención de transmitir su legado y conservar su archivo fotográfico, pretende convertirse en mentor de jóvenes fotógrafos. Para él, estudiar y adaptarse es primordial, así como la aplicación de la teoría en la práctica. Su consejo para las nuevas generaciones es claro: “Acérquense a quienes tienen experiencia”.
Con una carrera construida sobre la pasión y una precisión de relojero, José “Tito” Meriño, como dijera el fotógrafo francés Henry Cartier Bresson, ha sabido atrapar, a lo largo de sus años, el instante y su eternidad.
Doy fe de la trayectoria y calidad de Tito como fotógrafo, porque trabajamos juntos en el extinto periódico “el habanero”. Menudo talentazo tiene. Me encantó la entrevista. Quién lo diría, María Fernanda Terry, una niña que vimos nacer por aquellos años de pleno apogeo en el periódico. Oleeeeeeé para ambos. Mis felicitaciones