
Fotos: Daniel Cervantes Gispert y Yusmilis Dubroski
Por: Julieta García Ríos
El Museo Nacional de la Música recibió a Arnaldo Tamayo Méndez, primer cosmonauta de Cuba y América Latina. El guantanamero, junto al ruso Yuri V. Romanenko, estuvo a bordo de la nave espacial Soyus 38 del 18 al 26 de septiembre de 1980. Para ser más precisos: 7 días, 20 horas y 43 minutos y 24 segundos.
Con la humildad que le caracteriza, Tamayo aceptó la invitación que le hiciera la dirección del museo a volver a la institución, mayor reservorio del patrimonio musical cubano, al cumplirse 44 años de su primera su visita allí.
Fue el 26 de enero de 1981 cuando lo visitó por primera vez. Por aquellos días estaba por concluir la restauración del edificio de Capdevila No. 1 entre Habana y Aguiar en La Habana Vieja, y él traía en calidad de donación las partituras de dos obras musicales que había llevado consigo al cosmos: «Cuba, qué linda en Cuba», compuesta en 1959 por Eduardo Saborit y «La bayamesa», marcha de combate de Pedro Figueredo Cisneros (Perucho), de 1867 e interpretada públicamente en 1868, devenida a partir de 1901 en Himno Nacional de la República de Cuba.
El también Héroe de la República de Cuba y de la Unión Soviética, pudo comprobar el cariño y cuidado con que son atesoradas ambas piezas consideradas símbolo de la grandeza de un hombre que quiso llevar consigo a la inmensidad del espacio extraterrestre estos dos símbolos de cubanía.
En intercambio con trabajadores e invitados al encuentro, el General de Misiones contó que le dieron la oportunidad de llevar 5 kg de equipaje personal el cual estuvo compuesto por objetos que representativos de la identidad cubana como: dos banderas cubanas, la nacional y la enarbolada por Carlos Manuel de Céspedes el 10 de octubre de 1868; una cápsula con arena de Playa Girón, donde el imperialismo sufrió su primera derrota militar en América Latina; una efigie de Ernesto Che Guevara, una réplica del Yate Granma, una edición en miniatura del Manifiesto de Montecristi y poemas de José Martí y Nicolás Guillén inspirados en el espacio.
Acompañado por Sonia Pérez Cassola y Osmani Ibarra Ortiz, directora y subdirector técnico del museo, Tamayo recorrió las modernas salas expositivas que lo llevaron por los distintos momentos de la historia de la música cubana.
En el encuentro estuvieron presentes los músicos Roberto Valera, Premio Nacional de Música, Barbarito Torres, prestigioso laudista integrante del Buena Vista Social Club, Nefertitis Tellería, museóloga que lo recibiera hace cuatro décadas y actuales trabajadores.
También nos acompañaron los estudiantes palestinos Mohammed Almassri e Ismail Rayyan, la ocasión fue propicia para transmitir el apoyo y solidaridad con el hermano pueblo.
Al cierre, todos cantamos felicidades a Tamayo, quien el próximo 29 de enero cumplirá 83 años de edad.
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