A sus 22 años, Ángel Pacheco es considerado hoy una de las mayores promesas de la lucha grecorromana, y su juventud promete triunfos en la división más exigente entre los deportes de combate en Cuba.
Con cerca de 1,90 metros de altura, Pacheco marca en la báscula alrededor de 130 kilogramos, un peso de la modalidad clásica que lo ubica junto a dos de los mejores gladiadores del planeta: Mijaín López, tres veces campeón olímpico, y Oscar Pino, triple medallista mundial.
«No dejo de entrenar y esforzarme, esa es mi mentalidad», dijo en exclusiva a Prensa Latina.
La lucha llegó a su vida y fue como encontrar el amor verdadero, aunque –reveló- el béisbol también pudo estar en su camino. «De no haber sido luchador, sería pelotero, sin duda», afirmó tras una sesión de entrenamiento en casa, como exigen las actuales condiciones sanitarias.
Saltos, pesas y ejercicios de elasticidad son algunas de sus rutinas para conservar la forma física, como demanda su preparador, Raúl Trujillo, con quien mantiene comunicación directa durante el aislamiento a causa de la covid-19.
«No puedo perder el camino», expresó en comunicación por medio de las redes sociales. «Tenemos varios compromisos internacionales por delante y solo esperamos el fin de esta situación para entrarle con ganas al colchón. Vamos paso a paso, sin apuro, enfocados», refirió el titular panamericano de la disciplina, en Ottawa-2020.
«Fue un gran orgullo representar a Cuba y lograr la medalla de oro. Eso demostró que puedo imponerme», refirió Pacheco. «Tendré una mejor posición para competir en el Mundial Sub-23».
El talento es innegable, pero no hay duda de que entrenar junto a Mijaín, cinco veces titular universal, y Pino,
eleva sus capacidades. «Es una posibilidad que pocos deportistas tienen, el poder trabajar con dos extraclase. A ellos siempre les agradezco por mis resultados recientes, y solo espero seguir sus pasos».
«Yo también sueño con estar en unos Juegos Olímpicos, por lo que París-2024 está en mi camino. Como compañero de equipo de Mijaín López y Oscar Pino, vamos a luchar y competirá allí quien salga ganador; pero, por ahora, estoy muy satisfecho con sus ayudas», puntualizó.
Bailador de salsa y amante del color azul, Pacheco reconoció que aún debe mejorar varios aspectos: la técnica y la fuerza son elementos prioritarios en busca de ser invencible.