Por Noraleydis Becerril
Con un llamado a “crecer el futuro” desde la protección integral y la justicia social, sesiona el II Congreso Internacional sobre Infancias y Adolescencias, un evento que reafirma el compromiso de Cuba con el desarrollo pleno y el bienestar de las nuevas generaciones.
Durante la jornada el enfoque propuesto en los intercambios desafió las visiones tradicionales. Lejos de ser presentados como meros receptores de políticas o sujetos pasivos, las infancias y adolescencias fueron destacadas como parte esencial de la solución y actores capaces de generar sus propias realidades.
Un tema de gran relevancia y actualidad que se abordó en varias sesiones de trabajo fue el impacto de las redes sociales y el entorno digital en estos grupos etarios. Los expertos coincidieron en que se trata de un fenómeno de doble filo que presenta tanto oportunidades sin precedentes como riesgos significativos.
En este sentido, se presentaron experiencias cubanas que buscan potenciar los beneficios del mundo digital mientras se mitigan sus riesgos, a través de la promoción de una ciudadanía digital responsable y la creación de contenidos propios, educativos y culturales, adaptados a estos nuevos entornos.
En Cuba, la protección a la niñez y la adolescencia es una prioridad de Estado, consagrada en la Constitución de la República. Este Congreso se desarrolla, como un escenario de alto nivel para seguir “creciendo el futuro”, un futuro que, como se ha demostrado aquí, debe construirse con y desde los más jóvenes, garantizándoles protección, justicia social y las herramientas para navegar críticamente en el mundo digital.
Desde su apertura, el foro se erige como un espacio para dialogar y construir, colectivamente, estrategias que coloquen a este grupo etario en el centro de las agendas de desarrollo.
Esta perspectiva refuerza la visión que promueve Cuba, donde la participación de los más jóvenes es un principio tangible. Desde los círculos infantiles hasta las organizaciones estudiantiles, se fomenta que niñas, niños y adolescentes ejerzan su derecho a opinar y proponer.
El evento sirve también para mostrar el modelo de atención que la Isla ha sostenido y perfeccionado a lo largo de más de seis décadas, a pesar del férreo bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos.
En Cuba, la protección a la niñez y la adolescencia es una prioridad de Estado, consagrada en la Constitución de la República. Programas como el de Educa a Tu Hijo, la gratuidad de la educación y la salud, y la existencia de espacios de participación como la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) y la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), son ejemplos concretos de este compromiso, que ahora se extiende también a la esfera digital con un enfoque de protección y empoderamiento.
El encuentro intenciona que niñas, niños y adolescentes no deben percibirse como meros espectadores, sino como protagonistas de su propio desarrollo. La visión cubana, demuestra que es posible construir, incluso frente a adversidades, un proyecto social donde la infancia tenga voz y la juventud tenga oportunidades.
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