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Ritmos: de Jamaica a Cuba

Por: Mariana Cardosa

Cuando pensamos en reggae es muy común asociar este estilo de música a Bob Marley y alguna de sus canciones más emblemáticas, pero lo cierto es que la historia de este género va mucho más allá.

Desde 1994, se celebra el Día Internacional del Reggae cada 1 de julio. La fecha,que inició con el objetivo de resaltar la cultura del reggae en las emisoras de radio jamaicanas, se transformó, con el paso de los años, en una celebración mundial,
para potenciar el poder inspirador de esta música en todo el orbe.

Aunque comenzó como una iniciativa cultural local promovida por activistas como Andrea Davis, el reggae adquirió reconocimiento global en 2018, cuando la UNESCO lo declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, resaltando su influencia como vehículo de denuncia social, espiritualidad y resistencia .

Este género musical surge en Kingston a finales de los años 60, fusionando estilos previos como el ska y el rocksteady. Se caracteriza por un ritmo sincopado, líneas de bajo prominentes y letras con fuerte contenido político y espiritual, conectadas
con la tradición rastafari.


Cada año, el Día Internacional del Reggae se organiza en diferentes partes del
mundo una diversidad de actividades: conciertos, charlas, encuentros comunitarios y homenajes a figuras emblemáticas como Bob Marley. Estos actos celebran el legado del reggae y su capacidad para promover valores sociales presentes desde su origen.

Género musical emblemático
Aunque el reggae es actualmente parte fundamental de la identidad cultural de Jamaica, su historia comenzó mucho antes de alcanzar fama mundial. Surgió a finales de los años 40 y 50, época en la que la industria musical jamaiquina
comenzaba a tomar forma.

En esos primeros años, el reggae no reinaba en solitario. La música mento, con fuerte influencia trinitaria, dominaba las pistas de baile, y hacia finales de la década del 50, el ska irrumpía con fuerza, marcando una nueva tendencia entre
los jóvenes.

Fue en 1968 cuando el reggae empezó a consolidarse como un nuevo sonido. Nacido de la fusión de los géneros anteriores, comenzó a distinguirse rápidamente por su ritmo pausado y su profundo contenido lírico.


El verdadero impulso global de este género, tuvo lugar gracias al éxito de Bob Marley, quién se convirtió en embajador de estos ritmos a nivel mundial con temas como “Three Little Birds”, “No woman, no cry”, “Is this love” entre otros.

¿Cuba y el reggae?
De forma general, el intercambio cultural entre Cuba y Jamaica ha sido significativo, especialmente en la música reggae, gracias a la influencia de
destacados artistas cubano-jamaicanos.

Alvin “Seeco” Patterson, nacido en Cuba de padre jamaicano, fue un percusionista esencial en la carrera de Bob Marley, a quien apoyó desde sus inicios. Participó en grabaciones históricas como “Simmer Down” y trabajó como percusionista y road
manager de los Wailers hasta su retiro en 1990.


Por otra parte, Laurel Aitken, considerado el «Padrino del Ska», nació en Cuba y se trasladó a Jamaica en su infancia. Fue pionero del ska y mento, y tuvo una exitosa carrera en Inglaterra durante el auge del 2-Tone Ska. Falleció en 2005.


Otro nombre destacado fue el de Rita Marley, nacida en Santiago de Cuba de padres jamaicanos, fue cantante de The Soulettes y luego parte del trío I-Threes, coristas de Bob Marley. Era la esposa del cantante. Tras la muerte de Marley, lideró una carrera en solitario y fundó la Fundación Rita Marley, dedicada a causas sociales y filantrópicas, especialmente en África.

Además de las mencionadas figuras que influyeron en la penetración del reggae en Cuba, muchos expertos consideran que este género tuvo un fuerte impacto social en nuestro país, debido a la mezcla que se originó entre este, el rap y el
reguetón.

Así se plantea en «La historia social trenzada del rap, el reggae y el reguetón en Santiago de Cuba» investigación realizada por las Dras. Ligia Lavielle Pullés y Margarita Victoria Hernández Garrido, junto al Dr. Paolo Silvio Harald Favero, se centra en cómo estas músicas urbanas han influido en la identidad santiaguera y cubana.

Este escrito explora la evolución de estos géneros musicales en la región, destacando su impacto cultural y social, y plantea que el reggae, se caracteriza por su mensaje de resistencia y lucha contra la opresión. Este género encontró eco en las comunidades afrodescendientes, quienes se identificaron con sus letras y ritmos. El rap, por su parte, emergió en los barrios marginales de Estados Unidos en los años 70, como una forma de expresión de la juventud negra. Ambos géneros comparten raíces en la tradición oral africana y
en la música caribeña, estableciendo un puente cultural entre Jamaica y Cuba.

En Cuba, el reguetón comenzó a ganar popularidad en la década de 1990, fusionando elementos del rap y el reggae con influencias locales. Aunque
inicialmente fue visto con escepticismo por algunos sectores, el reguetón se consolidó como una expresión legítima de la juventud cubana, reflejando sus realidades sociales y aspiraciones.

«La historia social trenzada del rap, el reggae y el reguetón en Santiago de Cuba» destaca cómo el rap, el reggae y el reguetón han tejido una historia social, marcando la identidad cultural de la región, géneros que han servido como vehículos de expresión para las juventudes afrodescendientes, al reflejar sus luchas, sueños y realidades.

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