
Texto y fotos: Valia Marquínez Sam.
Como un hito en diplomacia científica fue calificada la V edición de «Cuba-Salud 2025», un cónclave que fortaleció el modelo de salud universal y cooperación internacional. La nación caribeña selló su compromiso de seguir impulsando alianzas para sistemas sanitarios más resilientes y equitativos, en línea con los objetivos de la Agenda 2030.
La viceministra Primera de Salud, la doctora Tania Margarita Cruz Hernández, clausuró la V Convención Internacional Cuba–Salud 2025 y destacó los «profundos debates y excelentes intercambios» entre profesionales de más de 90 países, en un ambiente de solidaridad y humanismo.
Durante cinco días, el evento abordó desafíos claves como el fortalecimiento de los sistemas sanitarios post-COVID, las políticas públicas centradas en el bienestar colectivo y el enfoque de «Una Sola Salud», integrando estrategias para enfrentar desigualdades agravadas por el neoliberalismo.
En un contexto socioeconómico complejo, la viceministra resaltó la importancia de visiones transformadoras que garanticen sostenibilidad económica, social y ambiental en salud.
Temas como determinantes sociales, prevención de enfermedades, salud materno-infantil y tecnologías médicas fueron eje de discusiones, junto a la cooperación internacional y la educación médica. Pese al bloqueo económico de Estados Unidos, Cuba reafirmó “su compromiso con un sistema sanitario universal, basado en la atención primaria y la innovación”.
Cruz Hernández enfatizó que la isla comparte sus recursos humanos y experiencias con otras naciones y mantiene su tradición de solidaridad en salud global.
Agradeció la participación de ministros, expertos y estudiantes, cuyos debates reforzaron la necesidad de acceso equitativo a la salud, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El evento cerró con un llamado a la acción colectiva frente a desafíos como pandemias, cambio climático y desigualdades y reafirmó el rol de Cuba como actor clave en la diplomacia científica.
«Seguiremos defendiendo un modelo de salud pública inclusivo, porque la cobertura universal no es un privilegio, es un derecho», concluyó.
Destacan cooperación científica y acuerdos bilaterales.
La doctora Ileana Morales, directora de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), resaltó que el evento reunió a 6,000 participantes, 5,000 cubanos y 1,000 extranjeros de 96 países, incluyendo delegaciones de naciones como Brasil, China, España, Honduras y México, así como de territorios con poca presencia en ediciones anteriores.
El programa científico, calificado de «elevado nivel», incluyó 2,400 actividades, entre ellas 54 paneles, 28 mesas redondas, 175 conferencias y 1,451 presentaciones virtuales. Morales enfatizó que el evento posicionó a La Habana como un «epicentro estratégico» para el intercambio en salud global.
Uno de los hitos fue el Primer Congreso cubano de Una Sola Salud, que incluyó un panel moderado por el Primer Ministro de Cuba Manuel Marrero Cruz con titulares de Salud, Agricultura, Ciencia y Medio Ambiente. Además, se firmaron 35 acuerdos bilaterales para impulsar proyectos de cooperación, como el programa de control de VIH con la Fundación Oswaldo Cruz de Brasil y se aprecian avances en telemedicina e inteligencia artificial.
La convención también sirvió para reinaugurar el Centro de Cirugía Experimental y promover la producción local de medicamentos, con énfasis en la regulación regional y el acceso a tecnologías.
Estudiantes de todo el país participaron en un foro de innovación, mientras que el Encuentro de Ministros del ALBA reforzó estrategias contra pandemias y cambio climático. En tanto, la VI Convención y la feria expositiva “Salud para todos” han sido convocadas para 2027.
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