A cinco meses de su puesta en funcionamiento, la Plataforma de Información y Servicios Soberanía avanza como pieza clave de la transformación digital en Cuba. En entrevista exclusiva con Wilfredo González Vidal, jefe del proyecto, explicó a Cubavisión Internacional cuáles son los servicios ya disponibles, los principales desafíos culturales y organizacionales, y cómo una plataforma aún en fase de evaluación comienza a mostrar resultados concretos.
Por Valia Marquínez Sam y Nora Becerril
“La Plataforma de Información y Servicios denominada Soberanía fue puesta en funcionamiento el 10 de julio de 2025” explica Wilfredo González Vidal, y sitúa el hecho en un marco jurídico preciso: “En la Gaceta Oficial No. 63, ese propio día, se publica el Decreto 125 que pone en funcionamiento el nuevo Centro de Gobierno Digital del país”. Ese mismo texto legal, subraya, “declara la nueva Plataforma denominada Soberanía”, concebida para simplificar procesos y acercar la administración pública al ciudadano.
—¿Qué es exactamente Soberanía dentro del ecosistema del gobierno digital?
“Soberanía es una plataforma que obedece o que cumple con determinados principios del gobierno digital”, afirma. “Muestra información al ciudadano, interactúa con él y propicia la participación”. Su rol esencial, enfatiza, es claro: “propiciar o priorizar los trámites y servicios en línea al pueblo”.
—Ustedes hablan de una etapa inicial de evaluación. ¿Qué ha ocurrido en estos primeros meses?
“Hoy estamos en una etapa de evaluación, un periodo de reconocimiento”, señala. “Los ciudadanos han iniciado esa interacción con la Plataforma, han descubierto cosas que podemos mejorar y nos las han comunicado”. Como parte de ese proceso, se han puesto a disposición “más de 290 trámites y servicios que hoy se brindan desde la Administración Pública”, junto a “15 servicios en línea, que son los de mayor atracción o uso por parte de la población”.
—¿Cuáles son esos servicios que ya pueden solicitarse completamente en línea?
“Hay 12 servicios vinculados con la solicitud de certificaciones del Registro del Estado Civil: nacimiento, matrimonio y defunción”, detalla. A ellos se suman “tres servicios vinculados con la identidad del ciudadano: el carné de identidad, la licencia de conducción y la circulación de vehículos por concepto de pérdida o deterioro”.
—¿Dónde está el primer impacto tangible para la población?
“Por ahí viene el primer impacto”, responde sin rodeos. “Hoy la población, accediendo a Soberanía, registrando su usuario y certificándolo, tiene la posibilidad de solicitar uno de estos 15 servicios en línea desde la comodidad del teléfono o desde el acceso a Internet desde su casa”. A ello se añade un elemento sensible para el contexto cubano: “Hoy la plataforma Soberanía no consume datos móviles”.
— ¿Qué cambia respecto a un trámite tradicional?
“En el método tradicional, la persona tiene que desplazarse hacia la oficina del Registro del Estado Civil”, explica. En cambio, “Soberanía es una alternativa digital en la cual usted va a solicitar en línea, llenando el formulario en la propia plataforma, sin tener que desplazarse en una primera instancia”. Para González Vidal, este cambio impacta en el tiempo, la economía familiar y la calidad de vida.
—La identidad digital suele generar dudas. ¿Cómo funciona en Soberanía?
“Hemos puesto en funcionamiento un nuevo proveedor de identidad digital”, aclara. “Es el método técnico para que usted le demuestre a la plataforma que es, quién dice ser en el entorno digital”. El proceso se realiza una sola vez y recuerda que “los más de 600 Joven Club de Computación y Electrónica del país están preparados para acompañar este proceso”.
—¿Qué beneficios tiene también para la Administración Pública?
“Definitivamente disminuye los costos de operación”, asegura. “Hay ahorros en insumos, papeles, electricidad y tiempo”. Para el jefe del proyecto, “es una plataforma que tiene beneficios para el ciudadano y también para la Administración Pública”.
—¿Cuál es hoy el principal desafío del proyecto?
“Yo podría decirte, sin temor a equivocarme, que el mayor desafío es cultural”, afirma. Aunque reconoce la complejidad tecnológica, insiste: “El cambio es un cambio de paradigma, de manera de pensar”. Ese reto involucra tanto al ciudadano como al funcionario: “Hay mucho arraigo en procesos manuales y rutinas de trabajo de muchos años”.
—¿Qué resultados concretos ya pueden medirse?
“En estos cinco meses hemos gestionado alrededor de 18 mil solicitudes de certificaciones del Registro del Estado Civil”, precisa. De ellas, “alrededor del 40 % se han entregado digitalmente al ciudadano”, gracias a la integración con otras plataformas y al avance del proceso de digitalización del sistema de justicia.
—¿Qué respaldo legal tienen los documentos digitales emitidos por Soberanía?
La Resolución 284 del Ministerio de Justicia establece que “estos documentos digitales tienen igual valor que el documento impreso”, siempre que estén firmados y pagados digitalmente. “Usted no tiene que imprimir el documento; puede mostrarlo digitalmente y hay formas de validar su legitimidad”, explica.
—¿Hacia dónde se dirige Soberanía en el futuro inmediato?
“Estamos trabajando en nuevos servicios con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, con Justicia y con la Oficina Nacional de Administración Tributaria ONAT”, adelanta. La visión es clara: “Convertir a Soberanía en una especie de ventanilla única”, sin sustituir los sitios web de los organismos, pero sí “simplificar la solicitud del ciudadano y mantenerlo informado del estado de su trámite”.
Para el jefe del proyecto Soberanía, el proceso es perfectible, pero irreversible: “Estamos en un periodo de ajustes, escuchando a la población. La transformación digital no tiene fin, porque siempre habrá nuevos servicios que digitalizar y nuevas facilidades que propiciar”.
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