
“La única manera de resolver la crisis energética es continuar instalando fuentes renovables de energía y recuperando la generación de electricidad con combustible nacional”, dijo este jueves el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, al presentar a los diputados una actualización sobre la marcha del programa de gobierno para recuperar el sistema electroenergético nacional.
De la O Levy señaló que el pasado año la situación del sistema electroenergético nacional estuvo caracterizada por “el decrecimiento de las capacidades disponibles en todas las tecnologías de generación de electricidad como consecuencia de la falta de financiamiento para su mantenimiento”, disminuyendo en 6 700 gigavatios con relación al 2019.
El ministro explicó que, además, inciden elementos como el incremento sostenido de la demanda, los picos de consumo como consecuencia de la incidencia del propio apagón, que concentra demandas, y la entrada masiva de equipos electrodomésticos, que suman más de 17 millones desde el 2018, de los cuales más de dos millones se concentran en el 2024.
Informó sobre el decrecimiento de la producción de combustibles nacionales. Solo en el 2024 se dejaron de producir 170 000 toneladas de crudo en relación con el 2023.
También se redujo el volumen de los combustibles importados necesarios para la generación y la economía nacional “como consecuencia de las restricciones financieras”.
En este escenario, el Buró Político orientó elaborar el programa de gobierno para la recuperación del sistema electroenergético nacional, aprobado en noviembre del 2024 en el Consejo de Ministros como parte del programa gubernamental para corregir distorsiones y reimpulsar la economía.
Este programa, encabezado por el comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, es atendido por las máximas autoridades de los organismos y organizaciones que participan y revisado semanalmente por el presidente Miguel Díaz-Canel y el primer ministro Manuel Marrero Cruz.
El ministro de Energía y Minas dijo que las bases de este programa consideran la caracterización de la situación actual y proponen soluciones que, de manera sostenible, “nos conduzcan a la solución del déficit de generación y la soberanía energética, lo cual pasa por disminuir las importaciones de combustible e incrementar las fuentes nacionales, el crudo, el gas acompañante y las fuentes renovables de energía”.
También fueron aplicados como parte de sus principios los conceptos y experiencias del Comandante en Jefe Fidel Castro, cuando se proyectó la revolución energética. En el diseño del programa fue importante el análisis del escenario nacional e internacional para evaluar la posibilidad real de acceder a financiamientos y combustibles.
Según De la O Levy, entre las acciones que se implementan está la recuperación de 850 MW en la generación distribuida. Se trabaja para alcanzar 1 400 MW disponibles en la generación térmica, mantener la generación móvil y recuperar los grupos electrógenos de emergencia.
Paralelamente, se proyecta avanzar aceleradamente en la implementación de la estrategia nacional para la transición energética con prioridad en la energía solar fotovoltaica y su acumulación, así como la rehabilitación de las redes eléctricas y la atención a los trabajadores del sector.
Se impulsan iniciativas para fomentar entre los consumidores el uso racional de la energía y avanzar en una estrategia comunicativa que facilite la comprensión y el apoyo popular sobre estas medidas y las acciones diseñadas.
El ministro subrayó que la alternativa “sólida y sostenible en el tiempo” es ejecutar aceleradamente un proceso inversionista y de recuperación de tecnología que consuma combustible nacional, conjuntamente con el avance en el uso de las fuentes renovables de energía, poniendo énfasis en la política aprobada en 2014 que promueve el objetivo de alcanzar un 24% de presencia de las FRE en la matriz energética, una meta “que hoy decimos que es alcanzable”.
Destacó que, a pesar de las consecuencias del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos y el difícil contexto internacional, el país ha priorizado los escasos recursos financieros con que cuenta para apoyar este programa, tanto en dólares como en pesos.
Tomado de Cubadebate.cu
//sls