
Por: Leydis Luisa Mitjans.
Alguien habló alguna vez del doble significado de una cicatriz: Aquí dolió, aquí sanó. No todas las marcas en la piel son cicatrices. No todas dolieron. No todas sanaron. Lo que quizás todas tengan en común es su capacidad de revelar algo de quien las lleva. A veces hay marcas escogidas. Otras que llegan sin previo aviso. Son esas, tal vez, las más difíciles de soportar, las más difíciles de aprender a querer.
Las huellas del vitíligo son, a veces, inesperadas, son, también, inconfundibles. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es una enfermedad que provoca la pérdida progresiva del color de la piel y se caracteriza por la aparición de áreas de despigmentación situadas principalmente en el rostro, las extremidades y la región genital.
Afecta —según la OPS— entre el 1,5 % y el 2 % de la población mundial sin distinción de sexo, edad, raza o latitud geográfica. Físicamente hablando, no mata, ni provoca afecciones de salud. Pero como todas las marcas no escogidas, sus huellas estéticas pueden tener un alto impacto psicológico entre quienes la padecen.
Y no es para menos. Las diferencias nunca han sido bien recibidas, menos en esta humanidad. Encima, si esas diferencias son físicas y rompen con los cánones de perfección establecidos, la “sorpresa” es mayor. Con la conciencia de esta realidad cada 25 de junio se celebra el Día Mundial del Vitiligo. La fecha es un homenaje al artista musical Michael Jackson, que padeció vitiligo desde principios de la década de 1980 hasta su muerte, ocurrida ese día del año 2009.
Aunque existen tratamientos para abordar la enfermedad, no hay una cura definitiva, y quienes la padecen siguen necesitando, además, mayor visibilidad en los espacios de difusión públicos, pero sobre todo, más empatía. Porque las marcas del vitíligo delatan una condición médica. Pero también pudieran revelar la resiliencia por aceptarse en un mundo que privilegia la uniformidad.
Al final, —escogidas o no— las marcas son parte de una singularidad que hace parte del mapa de una humanidad diversa.
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