La crisis electroenergética en Cuba alcanzó, en las últimas tres décadas, niveles sin precedentes. Recurrir a fuentes renovables de energía fue el camino más viable seguido por el país en estos tiempos. La nación continuó la expansión de parques solares fotovoltaicos, una tecnología que aportó por primera vez en 2025 más de 500 MEGAWATTS al Sistema Electroenergético Nacional.
¿Cómo un país con limitaciones de combustible logra que el sol empiece a cargar su futuro?
En 2025, los parques solares fotovoltaicos de Cuba hicieron historia: por primera vez, superaron los 500 MW de potencia en horario pico, un hito que alivió la presión del Sistema Eléctrico Nacional y evitó afectaciones mayores a la población.
Esa potencia también evitó la quema de más de 4 mil 290 toneladas de combustible y la emisión de 140 mil toneladas de dióxido de carbono, beneficios que colocan a Cuba como uno de los despliegues solares más dinámicos del Caribe.
Cuba vive hoy una expansión acelerada de parques solares fotovoltaicos: más de 72 instalaciones ya aportan energía al Sistema Eléctrico Nacional, según reportes oficiales del Ministerio de Energía y Minas y la Unión Eléctrica. Provincias como Ciego de Ávila ya superan los 16 500 MWh en apenas semanas, mientras avanzan nuevas obras en Morón y Majagua para sumar otros 26,8 MW.
Este crecimiento se inserta en la Estrategia Nacional de Transición Energética, que impulsa energías renovables, almacenamiento y generación distribuida con la meta de llegar al 24 % de electricidad renovable en 2030. La expansión fotovoltaica mejora la resiliencia energética, reduce importaciones de combustible y posiciona a Cuba como caso regional de despliegue solar en islas.
Por otro lado, la cooperación internacional, los incentivos a la población para adquirir paneles y la modernización del SEN fortalecen la resiliencia ante meteoros, cortes y sobrecargas.
Pese a los desafíos, este salto de 500 MW solares demuestra que Cuba avanza hacia una energía más limpia, soberana y sostenible, y que el sol puede convertirse en uno de sus mayores aliados pues más que luz, es soberanía.
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