Por: Carlos Durán de la Cruz.
El director técnico de los antillanos, Jesús Cruz, realizó solo un cambio en su nómina titular respecto a la derrota contra Eslovenia. Entró el estelar Miguel Ángel López que va manejando cargas para levantar su nivel.
Tenso inició el partido, con liderazgo leve pero, manifestado por Cuba en buena parte del choque, y que logró concretar. Gran defensa al final del set y con protagonismo en ataque de Marlon Yant. Triunfo 27-25.
El segundo capítulo fue parecido, aunque Brasil llegó con ligera ventaja a la veintena de unidades, pero levantó el elenco de la mayor nación de las Antillas. Redujeron errores no forzados, a siete, y está vez Miguel Ángel fue el arma de mayor calibre. Marcador de 26-24.
El poder de Brasil, y algunos deslices, comprensibles a estas alturas de la preparación, aunque hirientes, llevaron a la derrota en la tercera parte del juego con pizarra de 21-25.
Parecía que los antillanos superaban el fantasma de desmoronarse ante los eslovenos, y ahora contra los sudamericanos superaban la mitad del set con ventaja, pero luego comenzaron a fallar y se notó la impotencia en recibo y ataque. Marcador adverso de 20-25.
Pero, por primera vez en la naciente campaña de selecciones nacionales, salió la garra legendaria y siempre elogiada. En el quinto y decisivo parcial los cubanos rugieron 15-13 con José Massó dando su mejor versión y con Yant de co-protagonista. Marlon fue el líder general con 24 puntos, marcha entre los primeros del torneo, le escoltaron Miguel Ángel y Massó con 18, y el central Javier Concepción también puso doble dígito con 10 unidades.
Victoria relevante que da los dos primeros puntos al equipo en esta Liga de Naciones y buena ganancia para el ranking mundial. Este viernes, cita contra Ucrania, ganar es parte del pronóstico, y cumplirlo dará tranquilidad en esta primera semana de acciones.
