Cuba está dispuesta a tener una relación constructiva y respetuosa con Estados Unidos, y no vemos razones por las cuales el actual presidente, Donald Trump, estaría opuesto a hacerlo, afirmó el vicecanciller Carlos Fernández de Cossío.
En una entrevista transmitida por el canal 14 de la televisión mexicana, el viceministro de Relaciones Exteriores apuntó que, naturalmente, “entrañaría tener que reconocer que Cuba sí es un estado soberano” al cual le asisten derechos y las prerrogativas de la autodeterminación.
En ese sentido, refirió “Si Estados Unidos fuera capaz solo de hacer eso, creo que puede haber una relación, y si fuera capaz de encaminar los intereses yo diría estratégicos y que de verdad atañen al conjunto de la Unión Americana, a la sociedad de Estados Unidos”.
Aludió a la existencia de personas que han hecho carrera política y se han enriquecido con el negocio de la hostilidad contra el archipiélago, pero “no necesariamente representa el sentimiento” de la comunidad cubana allí, ni de la mayoría de la sociedad estadounidense.
El vicecanciller se mostró convencido de que si la mayoría del pueblo de esa nación norteamericana estuviera debidamente informado y tuviera plena conciencia sobre la naturaleza de la política del gobierno de ese país contra Cuba, del daño que provoca en la población, se opondría abiertamente.
Con respecto a la posición de la administración de Trump hacia la mayor de las Antillas, señaló la presencia de una gran influencia de sectores anticubanos, y a pesar de que no ha habido un pronunciamiento abierto, declarado, sí han tomado acciones ya.
Entre estas, además del férreo mantenimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington, se encuentra la inclusión nuevamente de la nación caribeña en la lista unilateral de estados que supuestamente patrocinan el terrorismo.
En otro momento de la conversación, Fernández de Cossío mencionó la agresividad contra la archipiélago por parte del actual secretario norteamericano de Estado, Marco Rubio.
“No sabemos lo que él puede pensar, no sabemos realmente qué grado de autoridad tiene en el gobierno, ni cómo respondería a una decisión del presidente con respecto a nuestro país”, dijo.
“Pero Cuba –aseveró- no tiene limitación para interactuar con quien sea el representante del gobierno de Estados Unidos, siempre y cuando se trate de un diálogo, de un intercambio respetuoso en que claramente pongamos nuestras posiciones”.
Reafirmó que su país no pide de Estados Unidos dinero, ni créditos blandos, ni donaciones, ni un trato comercial preferencial, sino algo muy sencillo.
“Que se nos trate como lo que somos, que es un estado plenamente soberano, con la capacidad y la determinación de construir su propio futuro en la manera que lo entiende, no en la manera que lo entienden los gobernantes de Estados Unidos”, enfatizó.
“Eso no es mucho pedir –declaró-, y de esa manera se relaciona Cuba con el resto del mundo, la excepción es Estados Unidos”.
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