
Por: María Fernanda Terry Pérez
Ser ecologista en un mundo donde no se comprende aún la importancia de reutilizar materiales de manera sostenible es un reto que Yunairis Estrada enfrenta todos los días. Yuyú, como le dicen de cariño, produce artesanías amigables con el medio ambiente a través de la técnica del papel reciclado en La Habana. El hecho de que la cultura del reciclaje y la ecología formen parte de su vida es una virtud a destacar en esta mujer que desde 2017 dedica su vida al proyecto que jugaría un papel importante en la preservación del ecosistema de nuestro país: Ciclo Ecopapel.
¿Cuál fue la motivación inicial para crear este proyecto?
Ciclo Ecopapel nació a partir de un encargo de la Fundación Antonio Núñez Jiménez para elaborar bolsas de papel reciclado, lo que despertó en mí la pasión por el reciclaje como arte, educación y emprendimiento. Antes, me dedicaba a la piñatería, pero siempre me quedaban restos de papel que no sabía cómo reutilizar. Ese proyecto me inspiró tanto que dejé atrás mi negocio anterior y comencé un aprendizaje autodidacta sobre la fabricación de papel reciclado, perfeccionando técnicas sin inversión inicial y enfrentando desafíos sola. Con esfuerzo y dedicación, a los tres años, el taller tomó forma, había involucrado a toda la familia y se consolidó como un espacio donde el papel tiene una segunda vida y cuenta nuevas historias.
¿Qué tipo de materiales reciclados utilizan en la fabricación de su papel y cómo se aseguran de que sean sostenibles?
Recolecto papel y cartón usado de archivos, documentos y revistas, dándoles una nueva vida a través del reciclaje. El ciclo se completa cuando organizaciones, instituciones y personas comprometidas con el reciclaje o la naturaleza nos proporcionan sus desechos de papel y, a su vez, se convierten en clientes, reforzando la conciencia sobre la reutilización. Para garantizar un proceso sostenible, evitamos químicos industriales, creamos adhesivos naturales en lugar de sintéticos y utilizamos agua de lluvia en la producción, reduciendo el consumo de recursos de la localidad y el impacto ambiental.
¿Cómo es el proceso de producción del papel desde la recolección de materiales hasta el producto final?
El proceso de fabricación es completamente artesanal y comienza con la recolección y selección de papel y cartón aptos para el reciclaje. Luego, el papel picado se remoja durante uno o dos días en agua y se tritura hasta obtener una pulpa homogénea. Esta se filtra con bastidores de malla metálica para darle forma a las hojas. La pulpa se extiende sobre una tela absorbente, se elimina el exceso de agua con una esponja y se prensa antes de colgarse para su secado durante unas 24 horas más. Una vez listas, las hojas se planchan, recortan y se convierten en agendas, tarjetas, invitaciones y otros productos de papelería personalizada.
¿Cómo garantizan que su proceso de producción sea respetuoso con el medio ambiente?
Desde el inicio, mi prioridad ha sido minimizar el impacto ambiental. Para ello, uso agua de lluvia en la producción, evito el uso de químicos agresivos y aprovecho la energía solar a través de paneles instalados en el taller. Además, procuro que no haya desperdicio innecesario, reutilizando restos de papel en nuevos productos y fomentando la conciencia sobre el reciclaje. Cada sobrante de papel se reincorpora al proceso, asegurando que nada se desperdicie. También promovemos la educación ambiental, compartiendo el valor del reciclaje con quienes nos visitan y adquieren nuestros productos.
¿Qué actividades han realizado para la comunidad?
Me encanta compartir el proceso con la comunidad, es una parte importante de lo que hacemos. A través de nuestros talleres educativos niños y adultos aprenden a hacer papel reciclado y a reflexionar sobre el consumo responsable. También hemos participado en iniciativas como Ciudad Creativa y siempre colaboro con otros emprendimientos que promueven la sostenibilidad. Estos espacios permiten que más personas se involucren en el reciclaje y descubran la belleza de transformar materiales desechados en algo valioso. Además, operamos una tienda de segunda mano donde los miembros de la comunidad pueden vender su ropa, libros y otros artículos usados para darles una nueva vida.
¿Han establecido colaboraciones con otras organizaciones o empresas para promover el reciclaje y la sostenibilidad?
A lo largo de los años, he trabajado con embajadas, ONGs y empresas proporcionando papelería reciclada y productos personalizados. También he colaborado con proyectos culturales y educativos que buscan integrar la sostenibilidad en sus prácticas. Por otro lado, me encanta cuando una empresa decide apostar por el reciclaje porque demuestra que el impacto ambiental puede ir de la mano con la identidad de marca.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan en la industria del reciclaje y cómo los están superando?
Uno de los mayores retos sigue siendo la falta de cultura del reciclaje en Cuba, donde se suele reutilizar más por necesidad que por conciencia o compromiso ambiental. Muchas personas aún no consideran el reciclaje de papel como una opción viable, por lo que trabajo en educación y sensibilización, mostrando el valor del papel reciclado en talleres y eventos. Ciclo Ecopapel ha inspirado otros emprendimientos que han visto en el reciclaje o la reutilización, incluso en el papel artesanal, un proyecto de vida. También enfrento desafíos logísticos, como el acceso a suficiente materia prima y herramientas específicas. Lo resolvemos fortaleciendo alianzas y mejorando técnicas artesanales para optimizar la producción sin depender de recursos industriales.
¿Cuáles son sus planes futuros para expandir el proyecto o mejorar sus prácticas de reciclaje y producción?
Quiero seguir ampliando el impacto de Ciclo Ecopapel. Me encantaría desarrollar un programa más estructurado de talleres, donde las personas puedan aprender a hacer papel reciclado de forma interactiva. También quiero fortalecer la presencia de Ciclo Ecopapel como un destino en el turismo ecológico, ofreciendo experiencias que conecten a los visitantes con la cultura del reciclaje y la naturaleza de Cuba. Además, sigo buscando nuevas colaboraciones con emprendimientos y organizaciones para continuar promoviendo una visión sostenible y creativa.
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