Por: Valia Marquínez Sam
Los prolongados apagones que han puesto a prueba la resistencia de los hogares, la economía y los servicios vitales cubanos tienen, según las autoridades, una luz al final del túnel. Por primera vez en años, una ofensiva de mantenimientos capitales en las deterioradas termoeléctricas nacionales, combinada con una acelerada incorporación de energía solar, comienza a cambiar el panorama técnico del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, habló sin cortapisas al Periódico Granma sobre la cruda realidad: «2025 fue un año muy difícil, caracterizado por la mayor ausencia de combustible que hemos tenido. Muy tenso, de largas horas de apagones».
«La causa fundamental [de los apagones] es financiera», afirma el ministro.
El fantasma del combustible, ahogado por el bloqueo financiero, sigue siendo el principal verdugo. «Tenemos una generación distribuida con más de 1 000 MW disponibles, y hoy prácticamente esos 1 000 MW están fuera por combustible», explicó el ministro, subrayando que «la causa fundamental es financiera». A esto se suma el reto logístico tras la pérdida de la base de Supertanqueros de Matanzas, cuya reconstrucción avanza, pero aún no satisface la demanda.
«2025 fue el comienzo de la transformación energética, pero un país no se transforma en un año».
Frente a esta complejidad, el Gobierno despliega una estrategia integral. En 2025, se ejecutaron mantenimientos capitales en unidades clave como Renté 5, Céspedes 3 y 4, y Este Habana 2, estas dos últimas sincronizando en diciembre.
«Si comparamos… en 2025 tuvimos meses sin esas unidades. A partir de enero de 2026 vamos a tener todas esas unidades generando», destacó De la O Levy. Paralelamente, el programa de energías renovables cumplió la meta de incorporar 1000 megawatts (MW) en parques solares fotovoltaicos, los cuales ya mitigan los apagones diurnos. «Ha habido momentos en que se alcanzó el 30% de la generación con renovables», precisó.
Ayuda solidaria: Vietnam y China donan parques solares, apuesta por la independencia energética de Cuba.
Esta batalla no se libra en solitario. La solidaridad internacional se materializa en proyectos como los cuatro parques solares donados por Vietnam o los 120 MW en construcción con apoyo de China. «Han apostado, al igual que nosotros, a que Cuba sea independiente en las importaciones de combustible», afirmó el titular.
La visión a largo plazo es clara: una transición energética que involucre a toda la economía, el incremento de la producción nacional de crudo y gas, y la culminación de inversiones a más largo plazo como la nueva caldera de Felton 2.
1000 MW de energía solar incorporados durante 2025, disponibles desde enero de 2026.
¿Significa esto el fin de los apagones? El ministro es claro: «No va a ser un año en que lleguemos a cero apagones». 2026 será un año «ligeramente mejor, con otras condiciones porque estamos mejor preparados», pero persistirán afectaciones importantes por déficit de combustible.
El Plan de la Economía prevé una disminución de las afectaciones respecto a 2025. El camino, aunque largo, está trazado hacia la soberanía. Como concluyó De la O Levy: «Es el camino nacional, el de la autonomía y la soberanía energética. Vamos a tener que seguir luchando, resistiendo, construyendo». La estabilidad total aún es una meta en construcción, pero 2026 se perfila con una base generadora más sólida y diversificada.
