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Díaz-Canel: “Esta ha sido una auténtica Asamblea del pueblo”

Esta ha sido una auténtica asamblea del pueblo, porque sus debates fueron los debates de la sociedad cubana hoy. Reflejan los enormes desafíos que tenemos por delante, pero también, una vez más, la impresionante disposición de este pueblo a pelear cuando todo se pone más difícil. Ni pesimismo, ni derrotismo, ni desánimo”, afirmó este viernes el presidente Miguel Díaz-Canel al cerrar el periodo de sesiones de la Asamblea Nacional.

Ante los diputados que concluyeron en el Palacio de Convenciones dos jornadas de trabajo en comisiones y tres del quinto periodo ordinario de sesiones de la décima legislatura, Díaz-Canel dijo que “lo que encontramos aquí fueron exposiciones sobrias, críticas desde el compromiso y, sobre todo, propuestas completas y demandas para cambiar lo que deba ser cambiado sin rodeos”.

El primer secretario del Comité Central del PCC destacó que “la sabiduría y el entusiasmo que han caracterizado prácticamente todas las intervenciones de estos días no me sorprenden. Es lo que he visto en los recorridos por las provincias”.

Sostuvo que “justo donde la situación es más dura, después de largas horas de apagón, siempre encuentras ese extra de las cubanas y los cubanos. No es la primera vez, ni será la última, que la Revolución Cubana se enfrenta a su ‘momento más difícil’. Aunque siempre nos parecerá que nada puede ser peor que lo que enfrentamos en el instante que lo vivimos, nuestra historia demuestra lo contrario”.

Al citar episodios de la historia cubana que ilustran esa afirmación, el presidente  recordó el Pacto del Zanjón, “después de 10 años de una guerra sangrienta que terminó con la muerte o el exilio de sus líderes; la caída en combate de Martí y Maceo; la intervención yanqui, “que nos robó hasta el derecho de entrar a la ciudad heroica y de asistir a la firma del Tratado de París, donde dos imperios negociaron nuestra libertad”.

Mencionó, además, la República neocolonial, “con su apéndice amenazante y la base militar donde aún se tortura y se viola la dignidad humana; el machadato, “con su pompa, su miseria y su medio país asesinado y la Revolución que se fue abriendo paso, con obreros masacrados en los llanos por su acción profundamente antiimperialista”.

También recordó la corrupción de los auténticos, el golpe de Estado de Batista, los asesinatos de hijos que denunciaron las madres cubanas, los estudiantes reprimidos, las masacres de los asaltantes en el Moncada, en el Palacio Presidencial y en el cuartel Goicuría…

“Con toda esa experiencia de heroísmo y frustraciones de las luchas revolucionarias, entró en la historia la Generación del Centenario, con su revés marcando la historia en el asalto al Moncada. Tenían un programa, un ideal y la disposición a llevarlo hasta las últimas consecuencias. Y así lo hicieron”, afirmó.

“Cuando se repasan todos los periodos de los 66 años de la Revolución en el poder, lo que encontramos, además de victorias, son desafíos tercermundistas, zancadillas enemigas y también errores y aprendizajes propios; frutos todos del afán, jamás abandonado, de conquistar y sostener la justicia social como aspiración suprema, en un contexto mundial completamente adverso desde que dejaron de existir la Unión Soviética y el campo socialista».

“Si, a pesar de todo eso, la Revolución cubana está de pie y luchando con la prosperidad posible, es por su carácter auténtico y genuino. No somos un accidente de la historia. Somos la lógica consecuencia de una historia de resistencia y rebeldía contra el abuso y la injusticia, que tiene razones muy profundas para creer en sus propias fuerzas”, sostuvo.

Por eso −prosiguió−, “ofenden la dignidad nacional quienes juegan a comparar los tiempos para elogiar lo bien que estaba Cuba antes de 1959, posteando fotos de los palacetes y las elegancias de sus damas y caballeros, pero escondiendo las del desalojo, el plan de machete, la miseria, los niños inflamados de parásitos que trabajaban cuando debían ir a la escuela, las prostitutas y las mafias italoamericanas”.

Díaz-Canel subrayó que “la Revolución que tomó por fin el poder en 1959 la inició un pequeño grupo de revolucionarios, pero la hizo todo el pueblo. Y ese pueblo que la hizo, la ha defendido y la defiende hoy, hasta que los dientes se rompan.

“De otra manera, no podría explicarse jamás su existencia en esta incierta década del siglo XXI, donde las disidencias del pensamiento único impuesto por el capitalismo depredador se cobran con bombas inteligentes, destrucción de naciones enteras o con bloqueos económicos aplastantes, como el que este pequeño país de valientes soporta hace más de 60 años”.

El mandatario cubano dijo que insulta profundamente la dignidad humana que quienes usan internet en campañas para denigrar al pueblo cubano no reaccionen igual de indignados frente a escandalosos crímenes.

“Evitan llamar por su nombre al genocidio israelí en Gaza y en el Líbano, y no protestan, no se rebelan, no tienen el coraje de señalar a los culpables de tanta xenofobia, tanta guerra, tantas armas, tanta injusticia, compitiendo en preeminencia noticiosa con el alboroto de multimillonarios pedófilos y la deportación o el encarcelamiento, sin delitos probados, de decenas de miles de trabajadores migrantes junto a sus familias”.

Aseveró que “lo que aprendimos de la Revolución cubana es que los ideales no se cambian porque cambien las circunstancias. Que la trinchera no se abandona cuando el cerco enemigo aprieta. Aprendimos que solo teniendo convicciones claras como principios es posible sostener y ganar batallas. También aprendimos que del cerco se sale combatiendo”.

“La grandeza de los tiempos demanda más acciones que palabras, aunque siempre estaremos en el deber de decirlas y, sobre todo, de honrarlas hacia el pueblo al que pertenecemos. La guía está en el concepto de Revolución que nos legó Fidel: no mentir jamás ni violar principios éticos. Estas sesiones de trabajo nos dejan una importante lección”, dijo Díaz-Canel al cerrar el periodo de sesiones del Parlamento.

Al asegurar que “esta es la Asamblea del pueblo cubano”, afirmó que todo lo que en ella se discute y se aprueba tiene que conectar con los sentimientos, las necesidades y las demandas del mismo, “pero no olvidemos, al repensar estos días, también la ética revolucionaria, esa que nos enseñó Fidel, que predica el respeto y no el odio, que debe prevalecer en nosotros tras cada mensaje.

“No podemos parecernos, por ninguna razón, a nuestros enemigos. Por otra parte, no sería realista ni honesto comprometernos a cumplir con la solución de todas las necesidades y demandas, siempre crecientes, cuando el principal obstáculo para lograrlo es externo.

“Lo que sí podemos y tenemos el deber de comprometer es nuestra energía, nuestro esfuerzo, nuestra búsqueda infatigable de nuevos caminos y acciones hacia la satisfacción de esas demandas”.

La economía cubana opera bajo muchos riesgos para cualquier decisión

Señaló que, dado que el principal obstáculo no está a nuestro alcance eliminarlo de forma directa, “todas las soluciones dependen por entero de nuestra capacidad de creer, de adelantarnos a los acontecimientos y de enfrentarlos con inteligencia, esfuerzo e innovación. Pero, primero que todo, con la imprescindible participación popular”.

Apuntó que la recién estrenada plataforma de información y servicios Soberanía, y la propuesta de varios diputados para consensuar y transparentar las medidas del programa de gobierno para corregir distorsiones, “son fortalezas de la transformación digital que deben ponerle velocidad a procesos que todavía marchan demasiado lentos para la gravedad de las urgencias”.

Advirtió de que, cuando la economía cubana opera bajo muchos riesgos para cualquier decisión, derivados en buena medida de la peor persecución al desarrollo de un país del Sur, “no podemos agregarle más peso con nuestras propias insuficiencias”.

Mantenemos la convicción, reiterada por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, de que sí se puede salir adelante y vencer la actual situación por nuestros propios esfuerzos y resultados. Pero, para lograrlo, se requiere más disciplina, organización, conciencia y constancia”, añadió.

Tras mencionar los comentarios, observaciones y propuestas en torno a los informes del primer ministro y de los ministros de Economía y Planificación, y Finanzas y Precios, “que deberán tomarse muy en cuenta”, consideró que es oportuno recordar que el país cerró 2023 con un incremento de un 35% del déficit fiscal.

Recordó que algunos estimaron, incluso, hasta un decenio para recuperar ese indicador.

“Un año y medio después, la alentadora noticia es que sí pudimos lograr una reducción significativa”, dijo y destacó que “durante los primeros cuatro meses de 2025, incluso, tuvimos resultados superavitarios y hasta este momento la cuenta corriente cierra sin déficit, algo que no se lograba desde hacía más de 10 años”.

Ello fue posible −añadió− con la disciplina y exigencia en el combate  a la evasión fiscal, en el cobro de impuestos y multas, aunque reconoció que “aún así el trabajo no es perfecto”.

Apuntó que esta es un área en la que se precisa mucha labor de concientización y control, “hasta que ganemos en cultura tributaria y cumplimiento positivo” y señaló que este resultado, “importantísimo para la economía, redunda en un trascendental impacto social: nos permitirá redistribuir esos ingresos hacia los sectores más vulnerables, como son, en estos momentos, nuestros jubilados”.

Es −dijo− lo que ha facilitado llevar sus pensiones hasta “un nivel que, sin ser suficiente, los pone en una condición mejor”.

Subrayó que la divisa principal en la política fiscal “es y seguirá siendo atender a aquellos que más sufren los rigores de la difícil situación del país”, asediado por el plan de asfixia económica contenido en el memorando presidencial del señor Trump.

“Con la convicción de que sí se puede, tenemos que volcarnos a otras áreas vitales para el desarrollo, como incrementar el ingreso de divisas, en medio de un escenario muy hostil en que el Gobierno de los Estados Unidos refuerza su cerco para impedir, cada día más, la entrada de un solo céntimo al país”, afirmó.

Recalcó que “no podemos permanecer impasibles, mucho menos sentirnos derrotados” y sí centrarnos en todas las capacidades exportadoras, que parten del incremento de la producción en todos los renglones posibles, y hacerlo de manera suficiente, en cantidad y calidad, de modo que nos permita imponernos al cerco y a la competencia mundial.

“Depende de nosotros, y solamente de nosotros −insistió−, ser lo suficientemente eficientes, aun en las difíciles circunstancias, y actuar con manos atadas por el bloqueo que algunos pretenden minimizar o socavar. Es un desafío apremiante, pero no imposible. Aquí recurro nuevamente a lo que encontramos en cada recorrido que hacemos, semana tras semana, por los municipios del país”.

Continuando su intervención ante el plenario de la Asamblea Nacional, Díaz-Canel afirmó que “la mentalidad importadora que nos ha dominado durante años, además de generarnos una dependencia cuyos efectos negativos se sienten con mayor fuerza en tiempos de crisis, frena nuestras capacidades y potencialidades internas, y facilita las acciones de persecución contra Cuba”.

Aclaró que, no obstante, “no podemos decir que renunciaremos totalmente a la importación. Siempre será necesaria en cierto grado”, antes de enfatizar que “urge cambiar esa matriz y trabajar sobre la base de consumir más lo que produzcamos internamente, que es lo verdaderamente importante”.

Afirmó que los procesos productivos no deben pensarse únicamente desde las grandes estructuras o empresas. y que, como forma de tributar al desarrollo municipal, hay que apostar por potenciar los sistemas de distribución locales.

“Defendamos de una vez y por todas que los municipios asuman, de forma definitiva, el lugar protagónico que deben tener en el desarrollo nacional”, subrayó.

Cuba sigue siendo ese referente de dignidad y soberanía nacional

Más adelante, el mandatario recordó que se intenta imponer, desde la principal potencia militar y económica del planeta, un enfoque hegemónico y neoliberal, pero en ese contexto Cuba ha consolidado durante este semestre relaciones exteriores que se fortalecen, incluso, en medio de constantes presiones por parte de sectores de odio extremo anticubano, que intentan promover el aislamiento económico y político del país.

“No lo lograrán. Cuba sigue siendo ese referente de dignidad y soberanía nacional que muchos Gobiernos y pueblos del mundo aprecian con admiración”, dijo.

Se refirió, por ejemplo, al nivel superior en las relaciones estratégicas con China, Vietnam, Rusia y otros países amigos, que participan de manera creciente y mutuamente beneficiosa en los planes de desarrollo económico y social.

También recordó el apoyo permanente a la Revolución Bolivariana, a la Revolución Sandinista, y a la nación y el pueblo de México.

“Hemos continuado el diálogo respetuoso y las relaciones de cooperación con los países miembros de la Unión Europea, sobre la amplia base y marco legal que ofrece el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre Cuba y ese bloque de países.

“Mantendremos la solidaridad y la cooperación con las naciones hermanas de África, América Latina y el Caribe, que continúan denunciando el bloqueo y arbitrariedades”, dijo.

Sobre los eventos en que Cuba ha participado este año, como las cumbres de la Celac, la Unión Euroasiática y el bloqueo Brics, comentó que se han ratificado la comprensión, la sensibilidad y la voluntad de insertar y apoyar al país en estos mecanismos internacionales.

“Observamos en las reacciones del pueblo muchas expectativas favorables sobre el afianzamiento de estos intercambios y sus resultados. Aunque lleva tiempo consolidar la incorporación a esos mecanismos, significan nuevas y esperanzadoras oportunidades”, aseguró.

Según el presidente cubano, cualquier estrategia para avanzar debe tener en cuenta que la nueva doctrina estadounidense, que busca imponer la paz por la vía de la fuerza, es una amenaza latente para la paz verdadera a nivel global, “lo cual supone un escenario muy peligroso, en el caso particular de Cuba”.

“Nadie está a salvo cuando el imperio más poderoso de la historia se salta todas las reglas del derecho internacional para imponer su voluntad hegemónica sobre países que pretende someter, incluso, como hemos visto, sobre sus propios aliados tradicionales”, afirmó.

La intención de someter a Cuba −continuó el mandatario− se ha recrudecido en los últimos años y recientemente la actual Administración republicana la declaró formal y públicamente en un memorando presidencial de seguridad nacional.

Comentó que las principales medidas contempladas en ese memorando se vienen aplicando desde el primer mandato de Donald Trump y están dirigidas a cerrar todas las vías de acceso al financiamiento imprescindible para el normal desenvolvimiento de la economía.

“Ese brutal cerco, en combinación con la inaceptable inclusión de Cuba en la lista de supuestos patrocinadores del terrorismo, refuerza la política de bloqueo a niveles inéditos y provoca un impacto multiplicado de las medidas coercitivas sobre la economía, y, por extensión, sobre el nivel de vida de la población cubana. No podemos ocultar ni ignorar ese efecto, y mucho menos su propósito destructivo”, dijo.

El programa de gobierno debe ser respaldado con participación y control popular

Recordó que la combinación de la poca disponibilidad de ingresos en divisas, la alta dependencia de las importaciones y los efectos transversales que provoca la inestabilidad del sistema electroenergético nacional, causan una significativa paralización o desabastecimiento de la actividad económica, “que nos impone un déficit en la oferta de bienes y servicios a la población y una contracción de las exportaciones”.

También limita la capacidad de importación de alimentos para la canasta básica normada y de combustibles necesarios para la generación eléctrica y el funcionamiento general de la economía.

Díaz-Canel agregó que la escasa disponibilidad de medicamentos y la disminución de servicios como el transporte, la recogida de desechos sólidos y el abasto de agua conforman el duro panorama al que se enfrenta todos los días nuestro pueblo.

“Para sortear esta situación, nos hemos visto obligados a acercarnos a una dolarización parcial de la economía, lo que, indudablemente, favorece de alguna manera a quienes poseen determinados recursos de capital o reciben remesas, y se traduce en un indeseado ensanchamiento de las brechas que marcan la desigualdad social”, explicó.

En ese contexto, “tenemos que elevar la eficacia de la función social redistributiva del Estado, mediante políticas públicas y fiscales que marquen soluciones y eviten la concentración de la riqueza en pocas manos, incrementando la desigualdad y la pobreza”.

Es igualmente fundamental −añadió− prestar la mayor atención a la inflación, que, aunque mantiene una ligera desaceleración, sigue siendo muy alta y limita la capacidad adquisitiva del salario de los trabajadores.

También consideró urge fortalecer las relaciones entre el sector estatal y el sector privado para prevenir disrupciones, malas prácticas y tendencias negativas que se aparten de los principios de la construcción socialista.

“Debemos fortalecer la empresa, combatiendo sobornos, favoritismos y corrupción”, dijo y apuntó que en este escenario, se trabaja para avanzar en el programa de gobierno para eliminar distorsiones y reimpulsar la economía, cuya resultados y proyecciones fueron expuestos por el primer ministro Manuel Marrero Cruz en este periodo de sesiones del Parlamento.

Díaz-Canel calificó de imprescindible dar a conocer ese programa desde su fundamentación hasta sus acciones, “para que sea verdaderamente respaldado con participación y control popular”.

Recordó la intervención en estas jornadas del científico y miembro del Consejo de Estado Yuri Valdés Balbín, quien destacó la importancia de la participación del pueblo en el control y en todos los procesos que inciden en su bienestar, “siempre desde una perspectiva libre de formalismos que conecte realmente con los intereses de quienes participan”.

En opinión del mandatario, es necesario articular y promover, en los espacios municipales y comunitarios, formas participativas que satisfagan las necesidades de los ciudadanos.

“La gestión municipal debe basarse en la prevención y solución de problemas en la comunidad, dejando atrás la tolerancia y las justificaciones, y fomentando un verdadero y efectivo control popular sobre el cumplimiento e implementación de las políticas públicas aprobadas”, sostuvo.

Otro frente decisivo para la soberanía nacional es la batalla en el ecosistema digital.

“Así lo demuestran las constantes operaciones de descrédito contra el país, las redes de influencers, medios y algoritmos que amplifican narrativas negativas, y el uso de armas digitales, como bots y cuentas falsas, que saturan ese espacio con relatos manipulados. También lo confirma la utilización de técnicas emocionales que buscan perjudicar la credibilidad de dirigentes, instituciones y medios públicos de comunicación”, dijo.

En ese ámbito −afirmó el mandatario cubano− “debemos ser capaces de decir la verdad con ética, decencia, ingenio, optimismo, confianza y energía, y fomentar soluciones tecnológicas soberanas y, cada vez más, un espacio articulado de emancipación”.

Nuevas leyes reforzarán el orden institucional del país

Al comentar la aprobación durante el quinto período de sesiones de cuatro leyes, señaló que todas tienen enfoque de género, reforzarán el orden institucional del país y desempeñarán un papel determinante en el ámbito económico y social de la nación.

Sobre la Ley del Sistema Deportivo Cubano, destacó que establece y regula los ámbitos, objetivos, principios, componentes, la organización y su funcionamiento, favoreciendo su desarrollo integral en medio de los desafíos actuales.

En cuanto a la Ley del Régimen General de Contravenciones y Sanciones Administrativas, apuntó que introduce modificaciones que ponen su contenido en mayor consonancia con los postulados constitucionales y con las disposiciones legislativas adoptadas recientemente, relativas a la Administración Pública, para garantizar el cumplimiento y el respeto de la legalidad.

La Ley del Registro Civil permite configurar un registro civil único para toda la nación, lo cual contribuirá a una regulación más ágil y eficiente de los asuntos de la población, incorporando el uso de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.

“Son todas normas importantes”, subrayó el presidente. “Pero una sobresale entre ellas y resalta, en toda su belleza, la importancia de lo que hacemos como legisladores. Me refiero al Código de la Niñez, Adolescencias y Juventudes. Al aprobarlo, legislamos sobre los derechos más sagrados en nuestra sociedad, en función del futuro que ya camina junto a nosotros”.

Añadió que este código es guía y herramienta. “Todo aquello que tenga que ver con la formación de la niñez, la adolescencia y la juventud cubana deberá imbuirse del espíritu y la letra de esta norma, para que el futuro que ellos simbolizan encuentre su proyecto de vida en la nación”.

Consideró que este código es un orgullo para Cuba, como lo fue y lo sigue siendo el Código de las Familias, en medio de un mundo cada vez más hostil y agresivo.

Resaltó que es también un homenaje a Vilma Espín, quien dedicó su vida a los niños, adolescentes y jóvenes cubanos, “y nos abrió el camino con su visión siempre humanista, feminista y, sobre todo, revolucionaria”.

“Nada de lo que soñamos y hacemos tendría sentido sin nuestro mayor tesoro: las nuevas generaciones. O, para decirlo con palabras más personales: nuestros hijos y nuestras hijas. Su felicidad, y ese mundo mejor posible que queremos legarles es lo que busca impulsar este código”, sostuvo el mandatario y agradeció a quienes lo hicieron posible en tan corto tiempo.

Al abordar la reforma constitucional aprobada, comentó que es un hecho legítimo y justo que responde a las realidades actuales del país y es fiel a su historia, al permitir que la carta magna favorezca una selección más amplia de personas en condiciones para ser elegidas presidente de la República.

Recordó las palabras de Fidel en el IV Congreso del Partido, en 1991, cuando, ante la incertidumbre del derrumbe del campo socialista, declaró: “Hay posibilidades, pero las posibilidades son para los pueblos que luchan, los pueblos firmes, los pueblos tenaces, los pueblos que pelean; las posibilidades existen para un pueblo como el nuestro”.

Ese −sostuvo el presidente de la República− “es el pueblo cubano que ustedes representan, el pueblo que ha iluminado los días por venir y lo ha hecho con justas críticas y esperanzadoras propuestas desde las magníficas secciones de esta Asamblea, que nos dejan aprendizaje, correcciones, pero, sobre todo, una extraordinaria inspiración para imprimir el combate decisivo hoy, disponernos a saltar por encima de los obstáculos de la guerra económica que nos impone el mayor imperio de la historia, con su infame memorando y su plan de asfixia contra nuestra sagrada independencia y soberanía”.

Más adelante, afirmó que este 26 de julio el pueblo de Ciego de Ávila celebrará con “la certeza de que sí se puede. La historia lo dice y el presente lo certifica”.

“En nombre del Partido y el Gobierno, extiendo esa felicitación y el agradecimiento más profundo a todo el pueblo de Cuba, por su resistencia a tantas dificultades, por su inagotable creatividad, por no rendirse jamás cuando falta todo, a veces, hasta la imprescindible comunicación que estamos en la obligación de darles”, dijo.

Recordó que en menos de un mes se celebra el inicio del año del centenario de Fidel, que se cumple en agosto de 2026.

“El mejor homenaje al genio político y militar, al educador, al científico, al líder de las causas en Cuba y el mundo, es la obra del pueblo cubano. La rendición nunca ha sido una alternativa. Independencia o muerte, sí. Patria o muerte, sí. Socialismo o muerte, sí. Rendición jamás”, afirmó.

El presidente cubano concluyó su intervención evocando las palabras del comandante Juan Almeida, cuando “bajo un aguacero de balas, en Alegría de Pío dijo: ‘Aquí no se rinde nadie’”.

Tomado de Cubadebate.

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