Por Annierys Borges (CVI)
Desde la aparición de los primeros casos confirmados de Covid-19 en Cuba, la comunidad científica se movilizó para poner todo su conocimiento y su capacidad tecnológica en función del enfrentamiento a la pandemia.
Tras una revisión de su cartera de productos con posibilidades de incluirse en los protocolos para tratar la enfermedad por Sars Cov2, el Instituto Finlay propuso el empleo de Vamengoc- BC, una vacuna con más de 60 millones de dosis aplicadas en Cuba y en el mundo contra la enfermedad meningocóccica, cuyos compuestos tienen la capacidad de estimular la respuesta inmune innata de la persona, esencial para combatir las epidemias virales.Partiendo de ese estudio, el centro asumió el reto de inmunizar a poblaciones de lugares con mayor riesgo epidemiológico en la capital.
En entrevista con las doctoras Meiby de la Caridad Rodríguez y Darielys Santana, conocimos que un total de 19 mil personas fueron vacunadas durante esa campaña masiva de 30 días, realizada en el Consejo Popular Vedado, de Plaza y el Consejo Popular Los Sitios, en Centro Habana. Allí se priorizó al personal de la Atención Primaria de Salud y a grupos de entre 40 y 80 años, por sus implicaciones de vulnerabilidad hacia la enfermedad.
“Durante los vacunatorios recibimos libros dedicados de las personas, nos dejaban mensajes en Facebook como: estos son mis héroes del día.Hubo mucha gratitud por lo que está haciendo el sistema de salud”, nos contó la doctora Santana, Jefa de Laboratorio de Moléculas Glicoconjugadas, quien a su vez, aclaró que por el momento no es pertinente realizar otra campaña masiva de vacunación con Vamengoc BC, pues estamos en la cola de la epidemia en el paísy el estímulo que genera la dosis de ese fármaco es de corta duración. Por lo tanto es más oportuno volver a hacer una intervención poblacional con ese inyectable solo si hubiese un rebrote de la enfermedad.
¿Y qué pasa con esas 19 mil personas que fueron intervenidas?
Estamos haciendo un seguimiento de esas cortes, o sea, vigilamos los vacunados y los comparamos con población no vacunada pero con similar riesgo epidemiológico para comprobar si, en caso de ser infectados, no llegan a las fases de grave o crítico de la enfermedad, explicó la doctora Meibi de la Cridad Rodríguez, directora de Investigaciones Clínicas.
¿Cómo asume actualmente el Intituto Finlay el desarrollo de una vacuna contra la Covid-19?
Concentramos esfuerzos para poder llegar a un candidato específico contra el nuevo coronavirus. Desde luego, nos marca el reto tiempo, porque desarrollar cualquier candidato vacunal toma varios años. Lleva la prueba de concepto, la evaluación preclínica en animales, la demostración clínica en humanos y, por último, el desarrollo tecnológico de la producción de la vacuna, explicó la doctora Santana.
Para la doctora Meibi Rodríguez, se trata de diseñar un candidato que además sea factible para los adultos mayores, no solo por su vulnerabilidad a desarrollar los estados graves de la Covid-19, sino porque la persona mayor de 60 años suele imponer retos a la efectividad de las vacunas, debido al deteriorogradual de su sistema inmune, provocado por el avance natural de la edad.
“Pero el equipo está muy motivado. Queremos poder responder al llamado del país, del mundo;queremos poner a disposición de nuestra población una vacuna que nos proteja contra este virus que ha demostrado ser bastante nocivo para la salud de todos”, aseguró Santana.
*Editado del Programa Entrevista. Cubavisión Internacional