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Cuba queda en 5to lugar en Panamericanos de Lima 2019

Cuba bajó al quinto lugar en la cita deportiva panamericana, con 33 de oro, 27 de plata y 38 de bronce.

Los XVIII Juegos Panamericanos de Lima son historia. Un velo de éxito rotundo, de competitividad extrema, de hazañas, lágrimas y gloria, rondará la capital peruana por mucho tiempo. Una sede extraordinaria en todos los sentidos.

Lo mejor del deporte continental se reunió en Lima

Lo que más vale y brilla del deporte en América se dio cita en Lima. Más de un centenar de campeones olímpicos. Cientos de medallistas mundiales. hornada fresca de talentos. Nadie quería perderse la fiesta multideportiva, que sus performances fuesen narrados cual épicas antiguas grecolatinas.

En medio de semejante brillo se inscribió Cuba, que en esta ocasión bajó al quinto escaño del medallero (33-27-38). Un total de coronas que desde Cali 1971, cuando asaltamos el segundo lugar del medallero de estas citas (31), no era tan bajo.

Es cierto que la realidad, escenarios, infraestructura y saberes sobre los cuales está montado el deporte en la actualidad son bien diferentes a los de finales del pasado siglo, cuando Cuba, después de imponerse en condición de sede en La Habana 1991, vivió su época dorada como escolta de Estados Unidos.

De Santo Domingo 2003 (foja de 72-41-39) a la fecha, la tendencia en materia de rendimientos y botín, tanto dorado como general, ha sido al decrecimiento: Río de Janeiro 2007 (59-35-41), Guadalajara 2011 (58-35-43), y Toronto 2015 (36-27-34).

La meta era superar la actuación de Toronto 2015

Muchas variables han incidido, de las cuales desmontaremos algunas, pero antes, pulsemos lo acontecido en Lima.

Era la intención superar los 36 cetros de Toronto 2015 y en su defecto mejorar la cuarta posición de entonces. Ahora nos antecedieron Estados Unidos (120-88-85), Brasil (55-45-71), México (37-36-63), y Canadá (35-64-53). Ese posicionamiento arroja que para cumplir los propósitos pre-competencia hubiésemos necesitado 38 cetros, cinco más de los conseguidos.

A simple vista muchos se pondrán a hurgar en disciplinas que estuvieron por debajo del rendimiento proyectado, como el taekwondo, el levantamiento de pesas, la gimnasia artística, ciclismo, el béisbol, la lucha a pesar de sus cinco cetros, y el judo, más allá igualmente de cinco vellocinos, y el cierre dorado de la extraclase Idalys Ortiz (+78 kg), junto al prácticamente establecido Andy Granda (+ 100)…

El atletismo cubano ha bajado su rendimiento

Pongamos un ejemplo: por las razones que hayan sido, el atletismo, una de las vedettes en citas múltiples logró 18 coronas en Guadalajara 2011. Tanto en Toronto 2015, como ahora, solo acariciaron cinco.

Hay un primer elemento innegable. En el plano mercantil el deporte se ha convertido en una esfera muy lucrativa, y por consiguiente cada vez son mayores las sumas de dinero que se ponen en función de su desarrollo, relacionadas con infraestructura, tecnología de punta, contratación de entrenadores, asesores o personal altamente calificado, y hasta compra de deportistas bajo el amparo del fenómeno de nacionalización.

En medio de semejante panorama le ha tocado a Cuba intentar mantener una posición de potencia deportiva que por mucho tiempo ostentó. Pero hablamos de nadar contracorriente, pues en nuestro caso hemos perdido buena parte de nuestros escenarios de fogueo y confrontación de calidad, que sosteníamos esencialmente con la Unión Soviética y todos los otros países del extinto campo socialista. Juegos de Buena Voluntad, Espartaqueada de Ejércitos amigos, y disímiles otras lides de carácter variable desde bilateral hasta cuadrangulares, desaparecieron.

La situación económica también ha impactado al deporte

Por consiguiente nos ha tocado, desafiando la estrechez económica imperante en el país, sostener una de las conquistas de la Revolución. Y esa sostenibilidad pasa por una pirámide evolutiva que inicia con el deporte en la base, el aferrarnos a conceptos como el de Deporte para Todos y masificación, la casi desaparición progresiva de los Combinados Deportivos, áreas especiales, procesos rigurosos de captación, juegos murales, olimpiadas de montaña. Por solo mencionar algunos eslabones de una cadena que ha sufrido como daño colateral el deterioro y la acción prolongada de una crisis de la cual aún no salimos del todo.

Como variante de subsistencia hemos acudido en el deporte a una estrategia que responde a una voluntad de nación, no solo por hallar en la exportación de bienes y servicios, un renglón esencial de nuestro crecimiento económico, sino por la intención de cooperar, contribuir al desarrollo de otros países tercermundistas y algunos no tanto en el desarrollo de estos sectores, por una condición humana y solidaria inherente al cubano.

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